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El próximo 21 de abril se celebrará por quinto año consecutivo el Día Internacional de la Tienda de Discos de Vinilo, un esfuerzo conjunto de los estudios y de los vendedores independientes donde se ofrecen ediciones limitadas de artistas reconocidos, con el fin de mantener el interés por un formato que para muchos debió haber sido sepultado hace tiempo. Paradójicamente, según el estudio SoundScan de la firma Nielsen, el acetato parece estar de vuelta.
Vale la pena preguntarse el porqué de este fenómeno completamente contra-intuitivo, en un momento en el que el crecimiento de la distribución digital de contenidos parece imparable. Para los audiófilos, las ventajas del vinilo frente a los formatos digitales como el CD y el MP3, son bastante claras en términos de la calidad del sonido, mínima distorsión y una mejor amplitud del registro sonoro. Para otros, un poco más románticos, el simple hecho de operar un tornamesa es un ritual casi tan placentero como escuchar la música. Algunos analistas opinan que la tecnología, en particular el crecimiento del comercio electrónico, ha jugado un papel importante en este nuevo renacer del mercado de los acetatos, permitiendo que los aficionados tengan acceso a gigantescos arsenales de discos que de otra manera hubieran terminado en la basura.
Otra industria que muchos pensaron que estaba destinada a desaparecer, es la radiodifusión clásica, cuyo futuro en su momento fue amenazado por la televisión y recientemente por la popularización de servicios de "streaming" como Pandora, Spotify y iHeartRadio (perteneciente a ClearChannel, dueño de mas de 800 estaciones de radio), que ofrecen al usuario una alternativa a la sensación de monotonía que generan algunas emisoras tradicionales. Estos servicios ofrecen una radio a la carta, en la queel usuario escoge el tipo o género de música que desea escuchar y el sistema le entrega una programación personalizada a través de internet, ya sea por medio de un computador personal o un teléfono móvil. Al igual que la radio tradicional, una parte importante de los ingresos proviene de publicidad (88% en el caso de Pandora), aunque también se ofrece servicio por subscripción sin anuncios, el cual es atractivo financieramente pero va en contravía de los intereses de los anunciantes. La realidad detrás del modelo de negociode estos servicios es complicada. Pandora lleva más de 10 años en operación, cerca de 100 millones de usuarios, salió a la bolsa el año pasado y aún así no ha podido reportar ganancias significativas.
Los anunciantes parecieran estar viendo "los toros desde la barrera" y de ninguna manera han reducido su inversión publicitaria en la radio tradicional. Las cadenas radiales, en su lucha por mantener su relevancia han hecho uso de las mismas tecnologías, ofreciendo "simulcasting", una retransmisión en internet del mismo contenido radiado en FM o AM.
Este servicio ofrece lo "mejor de los dos mundos", un alcance global con costos bajos de distribución gracias al internet y un toque humano donde los locutores y conductores compiten sanamente por mantener a su audiencia. Estos artífices de la radio usan su creatividad para conectarse de una manera personal con el oyente a través de música, noticias, concursos y entrevistas, creando una diferenciación clara de su producto con respecto a los servicios como Pandora o Spotify.
Un estudio reciente de Harker Research muestra que gracias a la calidad de la programación, los radioescuchas desarrollan un apego particularpor una estación de radio, la cual no logra ser reemplazada por los servicios de "streaming", lo que según el estudio, sí pasa con las demás.
El reto para los que quieran seguir siendo relevantes en la radio, así como para los dueños de las tiendas de discos de vinilo, será desarrollar una conexión con su público a través de productos únicos y "pegajosos".