Analistas 05/04/2025

Efecto “Ghibli”

Javier Villamizar
Managing Director
La República Más

El efecto “Ghibli” es el nombre que se acuñado para describir el más reciente fenómeno en el ámbito de la inteligencia artificial, ilustrando cómo una funcionalidad específica puede desencadenar una adopción masiva y rápida de una aplicación tecnológica. Este término se refiere al incremento exponencial en el uso de ChatGPT (y a una menor escala de otras aplicaciones y modelos de lenguaje como Gemini) tras la introducción de una herramienta de generación de imágenes al estilo de Studio Ghibli. Este estudio de animación japonés, fundado por Hayao Miyazaki e Isao Takahata, es mundialmente reconocido por su estética artesanal, sus mundos fantásticos y sus tramas emocionalmente complejas. Obras como El viaje de Chihiro, Mi vecino Totoro y La princesa Mononoke han consolidado a Ghibli como un referente cultural y visual que ha influenciado profundamente tanto al cine como a las artes gráficas y digitales. Usuarios de todo el mundo comenzaron a crear y compartir arte inspirado en el distintivo estilo de animación japonesa, lo que resultó en una afluencia sin precedentes a la plataforma de OpenAI. Según datos de Similarweb, los usuarios activos semanales superaron los 150 millones por primera vez en el año.

Este tipo de adopción acelerada no es un caso aislado en el mundo tecnológico. Aplicaciones como Pokémon GO experimentaron un crecimiento explosivo poco después de su lanzamiento en 2016, debido a su innovador uso de la realidad aumentada y la popularidad de la franquicia. De manera similar, Clubhouse, una plataforma de audio social, vio un aumento meteórico en su base de usuarios en 2020, impulsado por la exclusividad de su acceso por invitación y la participación de figuras públicas destacadas.

La viralidad juega un papel crucial en estos escenarios. Cuando una característica o aplicación captura la imaginación del público, las redes sociales actúan como catalizadores que amplifican su alcance. Este tipo de marketing no intencionado puede superar en eficacia a las campañas publicitarias tradicionales, ya que se basa en la autenticidad y el entusiasmo genuino de los usuarios.

Sin embargo, este rápido ascenso también puede presentar desafíos. En el caso de ChatGPT, la afluencia masiva de usuarios provocó una sobrecarga en los servidores, llevando a interrupciones y limitaciones temporales en el uso de la función. Sam Altman, CEO de OpenAI, reconoció que estaban enfrentando desafíos de capacidad debido al aumento en la demanda.

La manera en que una comunidad digital adopta, reinterpreta y difunde una herramienta refleja no solo el potencial técnico de la plataforma, sino también su capacidad para conectar emocionalmente con sus usuarios. En este contexto, la tecnología no se impone, sino que se convierte en un lenguaje compartido, catalizador de expresión creativa y punto de encuentro cultural. Sin embargo, este tipo de crecimiento impulsado por la viralidad trae consigo tensiones estructurales, debates éticos y retos legales que no pueden pasarse por alto. Lo que comienza como un gesto lúdico o una respuesta espontánea del mercado puede tener implicaciones profundas sobre la forma en que se construyen, escalan y regulan las tecnologías emergentes. Así, el fenómeno no solo ofrece una ventana al comportamiento del consumidor digital, sino que también pone en evidencia la necesidad de repensar los modelos de despliegue y gobernanza de herramientas cada vez más influyentes en la esfera pública.