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En el mundo digital, los modelos de negocio disruptivos son la clave del éxito, desafortunadamente la mayoría de ellos no generan barreras de entrada suficientemente altas para protegerse de la competencia y en muchos casos son fáciles de imitar. El reto más grande para cualquier empresa o emprendedor es el tener la capacidad de desarrollar su negocio de forma acelerada, de manera que los potenciales competidores se queden atrás. Entre más rápido una compañía logre establecer su liderazgo en mercados locales y a nivel global, mas grande es el abismo que la separa de cualquier imitador que quiera seguir sus pasos utilizando un modelo de negocios similar.
Compañías tan exitosas como Uber se han dado cuenta de la importancia de la velocidad de crecimiento global como una barrera competitiva. Uber ha pasado las duras y las maduras tratando de competir en países donde llegó tarde como China, India y en el sureste asiático contra empresas locales que imitaron su modelo de negocio y hoy se han convertido en los líderes del mercado. La desventaja competitiva que ha enfrentado Uber en varias regiones, ha hecho que se repliegue y en muchos casos abandone sus operaciones o termine asociándose con un competidor.
De manera similar, eBay y Amazon, empresas dominantes en el mercado de comercio electrónico han tenido que enfrentarse a empresas con modelos de negocio similares como Alibaba en China, Flipkart en India y Mercado Libre en Latinoamérica.
La imitación no siempre es el arma de empresas emergentes como se ha visto en repetidas ocasiones en el caso de Facebook, quien se ha convertido en un absoluto líder en copiar los productos exitosos de otros. Primero fueron las “historias”, el formato de videos y mensajes efímeros que hizo popular la aplicación Snapchat al convertirse en una nueva forma de comunicación fresca, rápida, diferente y divertida. El enorme incremento en el número de personas que usaban a Snapchat no pasó desapercibido para Facebook, quien decidió incorporar la misma funcionalidad primero en Instagram y luego en su propia aplicación.
Unos meses mas tarde, con el ánimo de competir con YouTube, Facebook lanzó su producto Watch, para incentivar la creación de vídeos y remunerar a sus autores utilizando publicidad.
Mas recientemente y ante el éxito de las plataformas Musical.ly y TikTok (que ahora son una sola de propiedad de la compañía china Bytedance) que aglutinan más de 100 millones de usuarios, Facebook ha decidido lanzarse con su propia aplicación de clips musicales. La aplicación, llamada Lasso, espera atraer a los usuarios de Tik Tok aprovechando todas las licencias musicales que la red social ha obtenido (y que han permitido que Instagram y Facebook incorporen música en sus Stories). Facebook ya ha venido experimentando en este espacio con otra aplicación llamada Lip Sync Live, que permite a los usuarios hacer videos en versión “karaoke” con algunas canciones. La idea de Facebook es que Lasso sea una aplicación independiente que se desmarca del producto principal de Facebook, que como se sabe es una red social con poca penetración en los adolescentes y millennials.
A diferencia de lo que nos decían en el colegio, queda claro que para competir y ganar en los negocios digitales y de internet, la copia no es un pecado. En contraste con los negocios de alta tecnología y los productos farmacéuticos donde existe la barrera de la propiedad intelectual, el tamaño y el acceso a capital son la clave del éxito que garantiza un crecimiento sostenible a largo plazo.