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El pilar semi contributivo que plantea la reforma pensional es, a mi juicio, el mayor desacierto del proyecto. Está dirigido a quienes cotizan a pensión pero no cumplen con las semanas, esto es, la mayoría de trabajadores. A ellos, en vez de devolverles la totalidad de su ahorro, la reforma los condena a recibirlo cual goteras.
A quienes tengan menos de 300 semanas, los condenarán a recibir una indemnización sustitutiva: la devolución de sus cotizaciones pero sin intereses reales. A todas luces, un acto inmoral, de manera clara, un robo. Quienes tengan entre 300 y 1.000 semanas, recibirán una ‘renta vitalicia’ que oscila, en su mayoría, entre $72.000 y $214.000 para mujeres, y $90.000 y $265.000 para hombres.
Ambos casos son un mal negocio. Hoy quien cotice a pensión y no cumpla requisitos, si está en un fondo privado recibe devolución de saldos: aportes más rendimientos. En tal caso, tiene la libertad de disponer de su ahorro. Con seguridad, mejor recibir sus recursos que dinero en ‘goteras’ como plantea la reforma (bien sea ‘indemnización sustitutiva’ o ‘renta vitalicia’).
Hoy una mujer de bajos recursos, al cumplir 57 años, con la devolución de sus saldos, puede invertir en un proyecto de vivienda o en un negocio. Es decir, puede disponer de su dinero. En el pilar semi contributivo que plantea la reforma, ella, con menos de 300 semanas, recibirá una cantidad que no le alcanzará ni siquiera, para comprar la mitad de lo que podría haber comprado en el mencionado ejemplo. Y con más de 300 semanas, una ‘renta vitalicia’ no le alcanzará ni siquiera para el mercado del mes. Cabe precisar que dicha renta, aunque vitalicia, no es heredable. Lo que reafirma el robo pensional pues ni se devuelve la totalidad de los ahorros, ni dejan que sean heredables, como funciona hoy.
Y por si fuera poco, el pilar semi contributivo solo aplicará tres años después de que hombres y mujeres cumplan la edad pensional. Así, un hombre de 60 años que sufra una enfermedad terminal y hoy al cumplir 62 años, tenga derecho a la devolución de sus saldos, con la reforma pensional tendrá que esperar tres años más, es decir, a cuando tenga 65 años, para recibir una ínfima cantidad.
El pilar semi contributivo vende la falsa ilusión de pensión, pero realmente se trata de la máxima expresión de injusticia, un robo del ahorro del trabajador. Lo que venden como mayor cobertura pensional, es tan solo una ‘gotera’ de dinero. Por eso, es inaudito que esta reforma que le roba el ahorro a quienes no se pensionan, y los obliga a recibir goteras de dinero, sea aprobada por quienes ni siquiera sufrirán los efectos de la propuesta.