ANALISTAS 22/04/2025

De criminales a mártires

Jerome Sanabria
Estudiante

La izquierda se ha vuelto experta en exaltar a sus criminales, purificar a sus violentos y maquillar a sus dictadores favoritos.

El 19 de abril es un día oscuro para Colombia. Lejos de ser simbólico, es el día en que se fundó un grupo criminal que secuestró y asesinó a miles de personas durante años.

Secuestró a personalidades públicas como Álvaro Gómez Hurtado para presionar al Gobierno, pero también cometió secuestros extorsivos, como el de Donald Cooper, gerente general de Sears Roebuck and Co, en 1975. Según Jaime Bateman, fundador del M-19, con este secuestro recibieron más de US$1 millón que usaron para financiar su propaganda y armamento.

Recordemos a José Raquel Mercado, líder sindical que fue acusado de “traición a la patria, traición a la clase obrera, enemigo del pueblo” y fue sometido a un ‘juicio popular’, en el que el M-19 puso a las personas a votar por el futuro que le depararía a Mercado. Lo asesinaron el 19 de abril de 1976, y arrojaron su cuerpo en una glorieta en Bogotá.

Según testimonios recogidos por el Centro Nacional de Memoria Histórica, el M-19 tenía una casa en Bogotá en la que adecuaron celdas estrechas en un sótano. Allí torturaban a los secuestrados. La llamaron “cárcel del pueblo”. Bateman explicó alguna vez que tenían cuatro de estas cárceles ¡Confesó que tenían centros de tortura y secuestro y aún así, el presidente Petro se atreve a lavarle la cara!

Quisiera extenderme en detallar cada uno de los crímenes atroces cometidos por esta guerrilla, como las distintas tomas, pero no bastarían todas las hojas de este diario para hacerlo.

A lo largo del pasado 19 de abril, el presidente Petro compartió mensajes de exaltación a Fidel Castro, al Che Guevara, a Carlos Pizarro y a otros guerrilleros de la izquierda latinoamericana. Dijo, entre otras cosas, que Jaime Bateman fue “la persona que me guió en mi pensamiento y acción política y que ahora sigue siendo inspiración en mi presidencia”. Es inaudito que se haya normalizado que el presidente de nuestro país alabe a asesinos, torturadores y secuestradores. Pero no solo es él. Han sido múltiples los mensajes de exaltación que he visto sobre Carlos Pizarro. La izquierda ha sabido correr el eje del debate y vendernos la idea de que los criminales de ayer ahora son mártires.

Petro, además, escribió esto en un trino interminable en el que habla de personajes que enaltece: “Y con Lenin, el bolchevique enamorado de la clase obrera (…)”. Los comunistas le han ‘achacado’ todos los crímenes a Stalin con tal de lavarle las manos a Lenin. Al punto en que lo venden como el Mesías de la revolución. Ocultan que fue el padre de la Cheka y el Terror Rojo. Persiguió y asesinó a opositores. Sin contar las millones de muertes que causó en la guerra y la hambruna.

La izquierda no solo ha pretendido lavarles las manos a sus líderes, sino que además está reescribiendo la historia a su manera. Nunca olvidemos que no son mártires. Son criminales. No son héroes. Son asesinos.