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El crecimiento de la actividad productiva durante el primer trimestre, cercano a 0,7%, aunque en terreno positivo y en línea con una expansión trimestral de 1,1%, no solo evidencia el mal desempeño de sectores como la industria y el comercio, sino que valida las preocupaciones respecto al comportamiento de la inversión.
A pesar del favorable comportamiento de la inflación y el gradual anclaje de las expectativas, que a su vez ha permitido que el Banco de la República continúe llevando a cabo los esperados recortes a la tasa de interés, el panorama económico no luce del todo despejado y se ve sujeto a retos considerables.
En esta coyuntura, la banca desempeña un rol fundamental para apoyar la recuperación y aumentar la confianza de los empresarios al demostrarles que existen las condiciones adecuadas para realizar inversiones con las cuales expandan sus plantas físicas y mejoren su productividad. Es aquí donde un instrumento como el leasing adquiere un gran protagonismo. Por su flexibilidad, resulta idóneo para dar un impulso a la actividad productiva, particularmente en los sectores que continúan mostrando un débil desempeño.
El leasing se ha posicionado como una de las herramientas más versátiles del sistema financiero, respaldando la adquisición de vehículos, equipos de cómputo, maquinaria amarilla y demás bienes para diversas industrias. Esto es posible gracias a que facilita el arrendamiento con opción de compra del bien, se ajusta a las necesidades de logística del empresario colombiano y tiene determinadas ventajas tributarias que lo hacen especialmente atractivo.
Cabe destacar la particular relación entre las pequeñas y medianas empresas (MiPyme) y el leasing, evidenciada a partir de su participación dentro de la cartera de leasing financiero. En efecto, en el primer trimestre de 2024, las MiPyme representaron 37,4% de la cartera de leasing, lo que equivale a $13,3 billones. Dentro de este rubro, las microempresas, con $2,5 billones, representaron 7,2% del total.
Para seguir potenciando el sector, es pertinente reconocer que aún hay avances que realizar en algunos frentes, por lo que el trabajo mancomunado entre el sector privado y público es fundamental para alcanzar a un mayor número de pequeños empresarios y potenciar la economía popular y la de los medianos negocios.
En particular, la banca acompaña las estrategias del Plan Nacional de Desarrollo orientadas a fortalecer la economía popular y los micronegocios. Además, considera que el leasing, al contar con ventajas como no requerir desembolsos iniciales para la adquisición de activos productivos y dar la posibilidad de renovar equipos sin necesidad de compra al finalizar el contrato, puede contribuir a alcanzar los objetivas de dichas estrategias.
Entretanto, desde el sector se hace un llamado a los pequeños y medianos empresarios, que aún estén indecisos de realizar su inversión, a hacer uso de un producto como el leasing, el cual será un aliado fundamental para alcanzar sus objetivos, y por esta vía, impulsar el crecimiento y el desarrollo económico.
