Analistas 31/03/2025

Inclusión crediticia

Jonathan Malagón
Presidente de Asobancaria
JONATHAN MALAGON

El acceso al crédito es un elemento fundamental para el crecimiento económico y la estabilidad financiera de hogares y empresas. A través del crédito, las personas pueden adquirir bienes y servicios, enfrentar emergencias y planificar su futuro. Por su parte, las empresas tienen la oportunidad de innovar, expandirse y mejorar su productividad. En este sentido, un sistema financiero sólido y accesible es clave para fomentar la inversión, el emprendimiento y el desarrollo social.

En Colombia, la inclusión crediticia ha sido un tema central en la política pública y en los esfuerzos del sector privado en los últimos años. Sin embargo, los datos recientes aún evidencian desafíos en el acceso al crédito en el país, en la medida en que solo 35,2% de los adultos colombianos, bajo la medición tradicional, tiene al menos un crédito en el sistema financiero regulado.

Con el fin de mejorar la comprensión del estado de la inclusión financiera, recientemente Banca de las Oportunidades presentó uno de los avances más importantes en el entendimiento de las dinámicas de financiamiento, ampliando el análisis al incorporar en la medición de la inclusión crediticia al sector formal no financiero, que incluye a las empresas de telecomunicaciones (telcos), comercios y entidades del sector solidario. A partir de este nuevo enfoque, se estableció que el acceso al crédito en el país es cercano a 51,2% de la población adulta, lo que representa un aumento de más de 15 puntos porcentuales y 6 millones de personas adicionales respecto a la medición tradicional.

El estudio también analizó la evolución de los adultos que entran en mora con sus obligaciones y su posterior recuperación. En particular, las entidades especializadas en la actividad financiera registraron un mejor comportamiento en comparación con otros actores del mercado, ya que la mora de más de 90 días alcanzó 13,6% en los establecimientos de crédito, mientras que, en las empresas del sector real, específicamente en el comercio, esta fue tres veces mayor (41,5%), siendo la más alta entre las entidades analizadas.

Sobre lo anterior, es importante tener claridad en que la morosidad es un factor crítico en el análisis del acceso al crédito, ya que un cliente con cartera castigada afecta su historial crediticio, lo que dificulta su acceso a nuevas oportunidades de financiamiento. Según el estudio, el tiempo promedio de recuperación es de dos años y, una vez el cliente se pone al día con sus obligaciones, 8 de cada 10 logran acceder nuevamente a crédito después de cuatro años de haber sido castigados.

A partir del estudio y sus valiosos hallazgos, ahora tenemos mayor claridad sobre la importancia de las empresas no financieras en la inclusión, al mismo tiempo que se confirma que la banca se caracteriza por sus buenas prácticas en el otorgamiento de crédito y la gestión del riesgo. El llamado, entonces, es a fortalecer las alianzas entre los diferentes sectores que trabajan para masificar el acceso al crédito formal de manera responsable y sostenible.