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Analistas 12/05/2022

Las telcos, de vuelta

Jorge Fernando Negrete P.
Presidente de Digital Policy & Law

La capacidad de generar innovación y presionar la aparición de externalidades en la sociedad pertenece a cada generación de tecnología móvil. Hace 12 años estábamos celebrando la llegada de 4G, pero no sabíamos qué efectos tendría en la sociedad y en la economía. Las empresas de telecomunicaciones eran las empresas más grandes del mundo y las más admiradas. Todo mundo quería invertir en ellas y la conectividad se transformó en una preocupación de los Estados. Lo telecom era sexy. En Asia, Europa y América el nombre del juego era conectar a ciudadanos, empresas y gobierno.

Barack Obama entró a la casa Blanca con un Blackberry 3G y en ese instante la mayoría de las plataformas digitales tenían no más de 300 millones de usuarios en sus escritorios fijos. Cuando Obama sale de presidente ocho años después, sale con un dispositivo inteligente Samsung 4G LTE, pero Facebook y todas las plataformas llegaron a más de 2000 millones de usuarios en dispositivos móviles.

Las redes de telecomunicaciones se volvieron mercados y estos se transformaron en globales. Incrementar 100 veces la velocidad de internet, ofrecer una estabilidad de la señal extraordinaria e integrar un servicio a nivel global digitalmente interconectado generó algo que los economistas llaman externalidades. Nace un momento de inevitable y permanente innovación.

Organismos como la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual y el World Economic Forum comenzaron a medir las capacidades de innovación de los países y economías en el planeta. Nuevos modelos de negocio se presentaron, particularmente dos conceptos: la era del acceso y la economía colaborativa.

Organismos internacionales como la Unctad y la Cepal comenzaron a crear indicadores de una nueva economía, la digital.

Conceptos como propiedad comenzaron a ponerse en duda, los nuevos consumidores ya no quieren la propiedad de las cosas, sino su acceso. Acceso a contenidos intelectuales como videos, películas y música. El florecimiento de plataformas de contenido fue explosivo. Empresas como Netflix, Tidal, Spotify, Disney+, Kindle, Mercado Libre, Amazon, Uber, DiDi, Rappi y decenas más están haciendo crecer una nueva dimensión económica de nuestra sociedad.

Las Telco comenzaron a no ser sexys y se les empezó a limitar con sobrerregulación desde muy diversas áreas. Se les sobrereguló en materia de competencia económica, acceso a sus redes, impuestos especiales, incremento de precios del espectro radioeléctrico y protección al consumidor.

No hay una sola empresa de telecomunicaciones que no haya sido afectada en sus ingresos, flujo de efectivo y modelo de negocio en el planeta. Han desaparecido muchas, unas van en retirada y otras comienzan a consolidarse en diversos mercados. En América latina, Entel de Chile se consolida ahí y en Perú. Liberty aterriza en América Latina, Millicom se expande a Centroamérica. Movistar mejoró su perfil de deuda, abandonó territorios y vuelve a invertir. AT&T mejora Ebitda y crecerá en usuarios con Movistar, y nace un gigante regional. América Móvil comienza a generar mejores números después de años de pesadilla y la pérdida de miles de millones de dólares de valor en bolsa. Los operadores de infraestructura fija crecen y son unos gigantes en cada lugar de América latina.

Las externalidades que vendrán con 5G serán de una dimensión mayor a 4G. Sí, me gusta el metaverso, las startups, las Fintech y un sistema de innovación poderoso con ciudades inteligentes, pero esto sólo será posible con la extraordinaria infraestructura de las telecomunicaciones. Las telcos están de vuelta.

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