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Es una decisión acertada para cualquier gobernante del mundo buscar soluciones a los problemas de las poblaciones mas vulnerables de su país. En la búsqueda de oportunidades de los olvidados, abandonados y excluidos se centra en teoría gran parte del mandato de un presidente cualquiera. Muy pocos logran cambios significativos por varios factores que son muy difíciles de cambiar. Uno es que no estamos hablando de poblaciones pequeñas o marginales.
En general son poblaciones masivas, y ese volumen impone un cuello de botella para cualquier tipo de solución, ya que las iniciativas terminan siendo costosas y financieramente inviables. Otro punto que hay que tener en consideración es que no siempre entregar recursos directamente a las poblaciones vulnerables termina siendo un beneficio necesariamente.
Petro anuncia un costoso programa que pretende entregar $1 millón mensuales a 100.000 jóvenes de zonas apartadas. Él mismo cuando dio la explicación dijo que era “un mundo de plata”, aproximadamente $1,2 billones anuales, que gruesamente multiplicados por cuatro años de mandato se acercan a $5 billones que no están en el presupuesto. ¿Cómo se escogerán los 100.000 beneficiarios? En las zonas apartadas estamos hablando de falta de oportunidades para millones de jóvenes. Una decisión nada fácil para cualquier criterio que sea tenido en cuenta. En el proceso de implementación habrá nuevos cuellos de botella. La gran mayoría de esos jóvenes probablemente no cuenten con productos del sistema financiero.
Hay soluciones como Nequi, Daviplata, Efecty y otros que necesariamente abren una puerta gris sobre el control público de los recursos. ¿Habrá paridad en temas de género? Impensable que haya más dinero para hombres que mujeres. No se sabe si mujeres jóvenes en condición de embarazo, o que ya son madres puedan aplicar al programa. Petro ha dicho que es un alivio para que esos jóvenes puedan estudiar, seguramente a distancia por la naturaleza de su hábitat. No es claro tampoco si es el DPS o un ministerio el que va a desembolsar y controlar la base de datos. Recordemos que en los últimos 20 años hubo colados en Sisbén, corruptos robando dinero de Agro Ingreso Seguro y narcotraficantes que se querían ver pasar por paramilitares para recibir beneficios de justicia y paz. En los 100.000 habrá intentos de controlar una parte del recurso, y seguro intentos de colarse por quienes no corresponde la iniciativa. Recordemos que justamente los grupos criminales tienen una gran capacidad e ingenio para engañar.
Supongamos que todas esas dudas se despejan en el camino y que al final se ajustan los detalles. Lo grave es que cada discurso de Petro le aumenta el déficit al Estado. Va diciendo cosas, seguramente bien intencionadas (suenan a lo que la gente quiere oír) pero casi nunca financiadas. Otro problema político es que a futuro esta también es la base de elecciones 2023. Con esos apoyos será más fácil para el Pacto Histórico lograr ganar alcaldías de muchos municipios pues todos estos jóvenes van a salir a votar por candidatos afines. Si seguimos cada semana con nuevas propuestas en caliente, las finanzas del Estado nunca se van a ajustar. Eso es lo peligroso de gobernar con cuentas alegres. Después viene el dolor para todos.