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La Corte Suprema de Justicia del Reino Unido sorprendió a británicos y extranjeros con una decisión que se origina por una demanda presentada inicialmente en 2018. Los ciudadanos resultaron ser un grupo de activistas en Escocia, quienes reclamaron claridad al respecto de los derechos de las mujeres en el marco de la ley de igualdad británica de 2010. La demanda, muy simple en su argumentación, preguntaba a la Corte si los derechos de una ciudadana cualquiera únicamente protegerían a las mujeres de nacimiento. El gobierno escocés, para la fecha de la demanda, tenía dentro de sus normas que una “mujer trans” con un certificado de reconocimiento de género (CGR por sus siglas en inglés) es legalmente una mujer y, por lo tanto, debería gozar de las mismas protecciones legales que las otras mujeres. Ese año el Parlamento de Escocia aprobó una norma que establece que debe haber una representación femenina de 50% en consejos de administración de entidades públicas. Dicha norma decía que debían incluirse “mujeres transgénero” para cumplir con la cuota.
La Corte decidió que la definición legal de “mujer” excluye a las “mujeres trans”, en un caso que probablemente va a tener significativas consecuencias en los detalles y aplicación de las leyes de igualdad. Los cinco magistrados de la corte decidieron de manera unánime que la definición de mujer en la legislación de igualdad exclusivamente se refiere a “mujer biológica y sexo biológico”. Grupos feministas celebraron la decisión de la Corte Suprema de Justicia. Miles de mujeres escocesas no están de acuerdo en incluir “mujeres trans” dentro de las cuotas burocráticas, ya que se reduce el número de cupos de mujeres biológicas. Algunos de esos grupos de activistas, inclusive le piden a la Corte Suprema que obligue a incluir a “mujeres trans” dentro de las cuotas de hombres.
Este episodio deja en evidencia que las luchas feministas y luchas de otras minorías no siempre convergen en sus objetivos.
Esto mismo ocurre entre grupos de mujeres que están en favor y en contra de la penalización del aborto. Hay mujeres que están de acuerdo en que se incluyan a “mujeres trans” en la práctica de deportes femeninos. Otras mujeres no están de acuerdo con este concepto que iría en detrimento de la competencia deportiva leal. Lo sucedido en la categoría boxeo femenino en los Juegos Olímpicos París 2024 es una muestra de lo mismo.
¿Qué es una mujer? Hace unas décadas la humanidad usaba la definición de la biología. Una mujer es un ser humano con presencia de dos cromosomas XX a diferencia de hombres con cromosomas XY. Esta definición se comenzó a cuestionar por la minoría de la comunidad Lgbtiq+, y en los últimos años con la ayuda de redes sociales y plataformas de streaming, desplegaron una agenda de género que ha avanzado en unos países más que en otros. Ahora es común encontrar jóvenes que se “identifican” con otro género y los procedimientos de cambio de género crecieron de una manera inusitada. Esto, por supuesto, viene patrocinado detrás de cámaras por ciertas farmacéuticas que se han visto beneficiadas económicamente por el impulso de esta nueva ideología. La Corte Suprema del Reino Unido invita a la humanidad a regresar de lleno a la definición de los textos de biología.