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Una vez surtido un accidentado proceso de suspensión del canciller Álvaro Leyva, ahora se adelantará la tan sonada licitación de pasaportes. Por el camino han corrido toneladas de obstinada estupidez. La Procuraduría le abrió una segunda investigación y remitió copia del proceso a la Corte Suprema de Justicia por cruzar la línea de las irregularidades disciplinarias. No creo que Leyva vuelva al cargo, el Congreso avanzará en la moción de censura, del cual muy probablemente no sobreviva, si es que no renuncia antes.
Como la conciliación con Thomas Greg & Sons fracasó, y a pocos meses de finalizar la “urgencia manifiesta” de un año, vienen meses de alta tensión. En la segunda licitación, en donde puede volver a participar la firma junto a eventuales competidores, se esconde un entramado de requisitos que van a dejar muy probablemente el proceso con el único proponente Thomas Greg & Sons.
Es muy sencillo, la Cancillería les exige a los proponentes que entreguen muestras físicas de pasaportes con ciertos requisitos y niveles de seguridad. La vez pasada las compañías escribieron en la etapa de observaciones al pliego, que ninguna alcanza a fabricar un pasaporte con esas características en tan poco tiempo, sin considerar que fabricar las muestras bajo esas características es una falsificación ya que nadie está legalmente autorizado para fabricar dicho producto, excepto el actual contratista.
Desde la época del canciller Jaime Bermúdez durante el segundo gobierno de Álvaro Uribe, la entidad les pidió a funcionarios del antiguo DAS (hoy Migración Colombia) que se unieran al equipo técnico para encontrar los mejores pasaportes en el mundo. Con su experiencia en temas de narcotráfico, lavado de activos, trata de personas y suplantación de identidades el DAS ayudó a diseñar los requisitos de seguridad. Colombia en esa época tenía una fuerte advertencia de la Organización de Aviación Civil Internacional, Oaci, por eso la necesidad de cambiar estándares en los pasaportes.
Colombia implementó 4 componentes mandatorios dentro de los requisitos. Una cubierta del pasaporte con chip de radiofrecuencia, una página de datos en policarbonato, un papel marca de agua para las páginas de las visas y papel de la contracarátula con impresión calcográfica (la misma de los billetes estándar del mundo). Toda esta tecnología supone el uso de hasta siete máquinas en el proceso de fabricación para que quede el chip, el holograma todo amarrado por un hilo metálico.
Finjan sorpresa, en el segundo pliego está nuevamente el requisito de la entrega de pasaporte muestra y la restricción de tiempo ya que la urgencia manifiesta se acaba a mitad de año. Esto quiere decir, que a pesar de ir contra el deseo del Canciller suspendido y del propio Presidente Petro, nuevamente la licitación terminará en un solo proponente, en efecto Thomas Greg que es el único que puede entregar pasaporte muestra en ese corto lapso de tiempo. El gobierno está preparando un Plan B porque definitivamente no quiere entregarle la licitación a este único proponente, y es por esto que se va a invitar a la Imprenta Nacional a que participe en la segunda licitación. Si la Imprenta cuenta con el tiempo necesario de pronto el remedio no sale peor que la enfermedad.