ANALISTAS 21/03/2025

Ministerios unen inteligencia

El nuevo ministro TIC, Julián Molina, y la ministra de Ciencias, Yesenia Olaya, presentaron en conjunto al país un borrador de proyecto de ley sobre Inteligencia Artificial. La política pública, a nivel mundial, requiere que los países se actualicen hacia un marco regulatorio novedoso que incluya los efectos que está teniendo esta reciente tecnología en la economía. Hay grandes dudas alrededor de los desarrollos éticos y sostenibles. Las empresas que han entrenado Modelos Largos de Lenguaje han declarado públicamente que las versiones de estos modelos son bastante preliminares. Recordemos que en 2019 OpenAI evitó publicar su modelo en versiones GPT 1 y GPT 2 por considerar que tenía “demasiados riesgos por incluir posibilidades amplias de mal uso en la generación e identificación de textos falsos”.

El proyecto de ley que trabajaron en conjunto los ministerios contiene 10 capítulos y una totalidad de 35 artículos. El tema más difícil de trabajar es el de la gobernanza de la IA. Los desarrollos de una gobernanza se basan en políticas públicas que involucran a gobiernos, academias y sociedades civiles. Conceptos como la neutralidad de la red son severamente inconvenientes para ciertos gobernantes, con duros ejemplos como lo que sucede en China, en donde insisten en mantener bloqueadas algunas plataformas populares en el resto del mundo. Precisamente, China compite fuertemente con las empresas norteamericanas para ganar la carrera de la IA. Con niveles de inversión significativamente diferentes, y visiones éticas opuestas, el mundo observa una nueva carrera tecnológica que no se puede desligar de lo que pasa en el ámbito político.

Colombia busca impulsar con algunos de los artículos que haya un fortalecimiento del ecosistema de ciencia, tecnología e innovación. Es muy importante que haya planes serios en formación y campañas de evangelización para una verdadera apropiación social del conocimiento que sirvan a ciudadanos, entidades educativas y empresas. Un punto crítico es que todo este cambio profundo debe convertirse en promoción de la innovación y transformación laboral en la era de esta tecnología.

Preocupa en general la falta de conocimiento de los legisladores al respecto de la tecnología. Los dos ministerios adelantaron unas primeras mesas con senadores para comenzar el largo camino que debe recorrer cualquier proyecto de ley. Es evidente que a quienes primero hay que capacitar es a los representantes y senadores. Con el bajo nivel de entendimiento que tienen de los verdaderos alcances de la IA, es difícil creer que en las comisiones se logre aprobar algo que puede eventualmente resultar demasiado técnico.

En ese proceso deberán instaurarse audiencias públicas para el público en general, con la presencia de expertos, académicos, ingenieros y programadores. No toda la IA es ChatGPT, como se ha posicionado en los últimos tiempos. Los desarrollos son mayores, con alcances impresionantes. Las industrias y los empleos se enfrentan a desafíos nunca antes vistos. Las oportunidades de mejorar productividad son descomunales también. Guardadas proporciones, la IA revolucionará al igual que lo hizo la llegada de internet en los años 90. Ojalá construyan un proyecto de ley que no se quede obsoleto en poco tiempo.