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En las últimas jornadas las tensiones internacionales alrededor del conflicto entre Rusia y Ucrania han subido de tono. Estados Unidos, a pocos días de definir quién ganará la carrera presidencial, acusó a Corea del Norte de apoyar secretamente a Rusia con soldados para complementar el pie de fuerza soviético en Ucrania.
El secretario de Defensa norteamericano, Lloyd Austin, en declaraciones a la prensa en una visita a Roma confirmó la sospecha. Austin aseguró que desconoce cuál es la misión que tienen estos soldados norcoreanos. Para Estados Unidos sería algo muy grave si se estuvieran preparando para combatir junto al ejército ruso.
Según informes oficiales del servicio secreto de Corea del Sur supuestamente hay datos que permiten inferir que sus vecinos quieren poner a disposición hasta 12.000 soldados para apoyar a Rusia. El informe habla de una cifra de 1.500 soldados norcoreanos que ya habrían desembarcado en Vladivostok, ciudad portuaria ubicada a 687 kilómetros de Pyongyang. Sin embargo, la distancia desde Vladivostok hasta la frontera entre Rusia y Ucrania es de más de 9.000 kilómetros.
Por el lado de Ucrania, hay informes oficiales que muestran preocupación por la posibilidad de recibir más apoyo militar de los países aliados. El presidente ucraniano Zelenski, dijo recientemente que el “Plan de la victoria” no logró generar ningún impulso significativo. Teme que si el ganador de las elecciones presidenciales estadounidenses resulta ser Donald Trump, eventualmente, se vaya a suspender o cortar del todo la ayuda militar recibida hasta ahora.
Los países miembros de la Otan siguen divididos en torno al tipo de apoyo que se debe dar a Ucrania. Zelenski les recuerda a los demás países que en junio de este año, Rusia y Corea del Norte firmaron un pacto de defensa. En el documento ambas partes se comprometen a utilizar todos los medios disponibles para proporcionar asistencia militar inmediata en caso de que la otra parte fuera atacada. En el papel la alianza se encuentra en el plano de lo defensivo, o preventivo.
Los analistas internacionales de diversos medios de comunicación siguen de cerca el desarrollo del conflicto con pronósticos reservados. Muchos coinciden en que la confirmación de la sospecha de la NIS desataría una escalada significativa que podría ser irreversible. Inclusive el periodista norteamericano David Axe publicó recientemente en “The Telegraph” un explosivo artículo en donde asegura que “La guerra en Ucrania está a punto de dar inicio a la tercera guerra mundial”.
En sus textos Axe expone una aterradora hipótesis: China estaría muy cerca de invadir a Taiwán, tomando posición frontal contra Estados Unidos y sus aliados, parándose del lado de Rusia, Corea del Norte y otras naciones que apoyan a Putin en una confrontación que según él es “inminente”.
Corea del Sur es un aliado de Occidente, a nivel de política y como proveedor de armamento. Corea del Norte y Corea del Sur están separadas por una frontera totalmente militarizada. Se podría decir que, a la fecha, ambas naciones siguen técnicamente en guerra silenciosa. Las relaciones diplomáticas entre ambos se deterioraron fuertemente en los últimos años. Ojalá esta pesadilla coreana (del norte) no se desborde a una situación incontrolable.
