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Hace tres semanas el gobierno nacional anunció que, por falta de recursos económicos, terminaba el programa de subsidios de vivienda Mi casa ya, creado en el 2015, a través del cual compatriotas de estratos 2 y 3, hicieron realidad el sueño de tener una vivienda propia para su familia.
La decisión del gobierno acabó con la posibilidad de que 40.500 familias sigan recibiendo o reciban el subsidio con el cual pagaban el 30% de la cuota inicial de la vivienda o de sus cuotas mensuales para ir descontando la deuda de la hipoteca.
En las postrimerías del 2024, el gobierno nacional anunció que termina dos programas sociales para la población en extrema pobreza: Colombia sin hambre y renta joven. La primera beneficia a mas de dos millones doscientos mil hogares, quienes, de acuerdo al número de integrantes de su hogar, reciben subsidios mensuales entre $80.000 y $300.000.
En reacción a la decisión del gobierno, la beneficiaria indígena María del Rosario Pimiento le dijo a caracol radio: “para mi es un homicidio, tengo seis hijos, entre 7 y 23 años, al mayor no me alcanza para pagarle el estudio. ¿Por qué es un homicidio? Porque nosotros que venimos pasando necesidades, con esa ayudita, teníamos un suplemento que era muy necesario para nuestra familia y nuestros hogares”
Para explicar esta decisión tomada por el gobierno, el director del departamento de prosperidad social DPS, Gustavo Bolívar, manifestó: “hay que empezar a desmontar estos subsidios, porque lo que estamos es generando pobreza, perpetuándola, hay gente que ni le pone piso a la casa por temor a salir del Sisben, empecemos un trabajo para lograr que ellos se asocien en cooperativas, y nosotros desde la prosperidad vamos a financiar el interés de este préstamo para que las personas empiecen a emprender, a generar sus propios ingresos, su propio trabajo”
La anterior declaración es deleznable pues, tal como lo presenta Bolívar, ningún banco les va a prestar a personas en extrema pobreza que vienen recibiendo subsidios de supervivencia.
El gobierno nacional además de acabar con los programas de subsidios Mi casa ya y Colombia sin hambre, también anuncio que termina el programa Renta joven, decisión que afecta a 400.000 jóvenes entre 14 y 28 años, quienes vienen recibiendo subsidios de $400.000 para sostener sus estudios técnicos, tecnológicos o profesionales, lo que sin duda producirá gran deserción estudiantil y pérdida de oportunidades.
De lo que si se ha cuidado el gobierno es de mantener el subsidio denominado Colombia en paz, cuyos beneficiarios, jóvenes entre 14 y 28 años, vinculados a los grupos multicrimen o en riesgo de caer en ellos, seguirán recibiendo $1 millón mensuales con el compromiso de resocializarse y estudiar.
Aflora de nuevo la falta de planeación financiera del gobierno, su derroche del gasto en burocracia, su incompetencia a la hora de administrar nuestros impuestos; prueba manifiesta de lo anterior, es que el propio director del DPS, expresó en entrevista al diario el Tiempo el pasado fin de semana que, a pesar de que su oficina jurídica contrato 100 abogados, con 40 abogados era suficiente para desempeñar el mismo trabajo y que por lo tanto recortara 60 en este año.