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Con no poca arrogancia, el ministro de hacienda Ricardo Bonilla, desde días anteriores a decretar el incremento del diésel, lo anuncio y, además les advirtió a los damnificados de la medida que, “no habría acuerdo”, posición que tuvo que pagar y caro. Como caro tuvo que pagar el presidente Petro su posición de que la resolución que elevo el galón de diésel en $1.904 no tenía reversa. Ni la arrogancia, ni la pretensión desde el inicio del gobierno hasta dos años después, de echarle la culpa de todos los problemas del país al gobiernos anteriores, le han funcionado al presidente Petro, a quien los colombianos le enrostran la incompetencia de su administración. Si bien es cierto que el subsidio del diésel se generó desde la pandemia, lo que era necesario por las condiciones de depresión de la economía, el gobierno anterior hizo varios incrementos, el último de ellos en julio de 2022. ¿Porqué este gobierno no continuo con los aumentos graduales del diésel y porqué se esperó dos años para decretarlos? Esa posición populista, la misma que opto con los precios de los peajes, la está pagando cara el gobierno pues, el déficit se le volvió inmanejable, sumado al derroche de dinero en gastos innecesarios como la creación del ministerio de la igualdad y de nuevas sedes diplomáticas y los anuncios de que no se firmaran nuevos contratos de exploración de hidrocarburos y la terminación de las exportaciones de carbón a Israel, decisiones que derivan en gastos, fuga de capitales y perdidas de dineros para el fisco.
El populismo pasa su cuenta de cobro y si no, miremos lo que sucede en Venezuela, con la diferencia que nosotros siempre hemos sido un país de escasos recursos.
El balance del paro de los camioneros es ruinoso para la economía. Para citar algunos aspectos, 490.00 aves dejaron de ingresar para procesamiento de carnes; 9,5 millones de litros de leche no se acopiaron; $37.000 millones en carne bovina se dejaron de vender y solo Fenalco del Meta reporto perdidas por $280.000 millones.
El gobierno que con la sola alza de $1.904 que decreto y derogo, aspiraba a recaudar $1,6 billones de pesos anuales, ahora recaudara $600 mil millones de pesos, ósea 42%. Además, como ya claudico en su intención de incrementar las alzas hasta llegar a $6.000, quedara con un déficit anual de $10 billones en el fondo de estabilización de precios de los combustibles, dinero que tenía presupuestado para adelantar programas sociales. ¿Qué alternativas le quedan para aumentar el recaudo y cumplir sus promesas de campaña? Una nueva reforma tributaria que en el Congreso no será aprobada, primero porque se acercan las elecciones parlamentarias y los congresistas no van a asfixiar a sus electores con mas impuestos, segundo porque el gobierno no tiene mayorías en las cámaras para pasar un proyecto tan impopular y tercero porque los escándalos de corrupción de este gobierno son una vena rota por donde se fugan los dineros públicos.
Pero hay algo mas grave, el gobierno perdió autoridad y eso le puede traer más paros y exigencias, cuyos costos puedes ser incalculables.
