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La convulsión en los mercados internacionales del propano y el butano Mont Belvieu, y la alta tasa de cambio representativa del mercado (TRM) están impactando, sin contemplaciones, a la industria nacional de Gas Licuado del Petróleo (GLP), que desde el año pasado viene en una escalada de precios sin techo. Un escenario que amenaza los avances logrados en materia de cobertura para el uso del gas propano y la protección al medio ambiente.
Con un consumo que supera las 700.000 toneladas anuales, el GLP se ha convertido en un combustible de creciente demanda en el país, entre otras cosas, por sus destacados atributos dentro de la transición energética. Solo entre 2019 y 2021, 60.000 familias migraron al GLP, dejando de lado el uso de leña para la preparación de sus alimentos, según cifras del Ministerio de Minas y Energía.
Al ser un combustible que utilizan a diario 3,4 millones de hogares del territorio nacional, es decir, 12 millones de colombianos, se trata de una problemática de gran envergadura con una afectación importante. Precisamente, son las familias de estratos 1 y 2, los usuarios que conforman 71% del mercado, quienes serían los más afectados ante un desproporcionado aumento del gas propano.
Es que los efectos de los elevados precios, que se han duplicado, ya se están percibiendo. Recientemente, la Asociación Colombiana del GLP (Gasnova) alertó sobre la disminución en el consumo del combustible, según el gremio entre agosto de 2021 y febrero de 2022, se presentó una reducción de 8,6%. Cifra que evidencia un retroceso para el país y una tendencia a la baja de la demanda, que debe ser atajada cuanto antes.
Si estamos como estamos, ahora que los distribuidores todavía cuentan con el subsidio otorgado por Ecopetrol desde inicio de año. ¿Qué pasará a partir de julio, cuando se suspenda el descuento y se le trasladen los costos al usuario final?. Tendríamos dentro de poco un escenario crítico para el sector del GLP en el país.
Así las cosas, resulta urgente que el Ministerio de Minas y Energía, de manera articulada, con la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), los distribuidores, los comercializadores y los gremios del sector, concrete la implementación de nuevas medidas, que conduzcan a evitar que las repercusiones negativas de la tendencia de continuo crecimiento del precio del producto afecte a los más vulnerables. También, es perentorio que se logre disipar la incertidumbre en el mercado y se garantice la prestación continua, asequible y confiable de este servicio.
Nos unimos a la solicitud de Gasnova al Gobierno Nacional, de ampliar el subsidio de gas propano a todos los departamentos del país. Hay que evitar que se frene el ritmo de crecimiento del sector del Gas Licuado del Petróleo en Colombia, y mejorar la cobertura, para llegar a los más de seis millones de colombianos que todavía utilizan leña para cocinar, exponiendo su salud y afectando el medio ambiente.