MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
La controversial orden de comprar gas a Catar del presidente Gustavo Petro a Ecopetrol ha avivado las dudas y preocupaciones sobre la soberanía energética del país, debido a que no se está atacando la raíz de los problemas. Más que discursos y confrontaciones, en estos momentos de crisis, se requiere voluntad, acciones coherentes y políticas públicas que reactiven la industria y garanticen la seguridad energética nacional.
No hay certeza que la compra de este hidrocarburo a Catar sea a ‘precios razonables’ como afirma el mandatario en sus redes sociales. Por factores como los altos costos operativos y la ausencia de una planta regasificadora en la actualidad, esta propuesta resulta desacertada, sobre todo teniendo en cuenta la perentoria necesidad que existe de cubrir la demanda nacional. No se estaría garantizando el abastecimiento de combustibles para el país, otra vez por decisiones y omisiones en materia de política energética.
Si bien en esta coyuntura nada deseable en la que nos encontramos con la importación de gas, es bueno que exista competencia en el mercado para evitar el monopolio que alude el Presidente. Catar no es el país conveniente para la atención de la demanda en el corto plazo. Lo primero es abordar la crisis desde la regulación, y exigir a los productores que ofrezcan el gas en el mercado primario en las condiciones de firmeza que establece la regulación para la demanda residencial, así como avanzar en la aprobación de proyectos como la ley que hemos propuesto de integración vertical.
También, es imprescindible reactivar los campos de gas que se encuentran cerrados debido a dificultades de transporte, insatisfacción de algunos grupos de ciudadanos que está perjudicado el interés de todo el país, injustificados retrasos en los trámites ambientales, problemas de orden público, entre otros. Y por supuesto, disipar el ambiente negativo y de incertidumbre que hay para las inversiones en exploración y producción de gas natural con el discurso en contra de los hidrocarburos.
Precisamente, en medio de esta discusión, Ecopetrol y Petrobras confirmaron el potencial de productividad gasífera del pozo Sirius-2, en el Caribe colombiano, el mayor descubrimiento de gas en la historia del país. Nos encontramos en un punto en el que es determinante actualizar y flexibilizar las reglas de juego de la industria petrolera, agilizar los permisos para desarrollar oportunamente los recursos, principalmente los offshore, y destrabar los proyectos de gas que se encuentran enredados. Hay que fortalecer el sector minero-energético, a través de planes de crecimiento, exploración, y explotación de hidrocarburos para multiplicar las reservas.
Se están buscando causas etéreas para la grave problemática, y alimentando enfrentamientos que en nada contribuyen a remediar la situación. Las investigaciones se encargarán de esclarecer las condiciones en las que se realizaron los contratos de comercialización y las razones por las cuales algunos agentes optaron por gas importado en lugar de utilizar la producción local, mientras tanto el Gobierno debe actuar y reconciliarse con la industria del gas natural para apoyarse mutuamente y buscar salidas a la crisis sin desviarse del verdadero problema.