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A pocos meses de que se cumplan los dos años del cambio de operador de red del mercado de la Costa Caribe, el panorama sigue siendo muy similar a cuándo estaba a cargo su predecesor Electricaribe. Las quejas e inconformidades contra las empresas Air-e y Afinia, por las deficiencias que continuamente presenta el servicio de energía en el Caribe, no cesan y, por el contrario, van en aumento.
La semana pasada, más de 30.000 usuarios de Barranquilla y el Atlántico padecieron por la interrupción del fluido eléctrico durante tres días. Eventos que no fueron informados con la antelación mínima de 48 horas que establece la normativa, y que ahora tienen la lupa de la Procuraduría General de la Nación por las irregularidades con que se presentaron.
Es que los continuos cortes de energía y fluctuaciones, por parte de Air-e y Afinia, justificados en labores de mantenimiento preventivo y adecuaciones técnicas sobre la infraestructura eléctrica, son el pan de cada día en la región. Los reclamos de las comunidades afectadas no se han hecho esperar. Con bloqueos en vías nacionales, plantones y denuncias, los afectado exigen un mejor servicio de energía. Según la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, durante 2021, estas dos empresas fueron las que más tuvieron quejas en el sector.
Al ser una problemática heredada por los años de rezago en las inversiones, siempre hemos sido conscientes que ver un cambio en la calidad del servicio en los siete departamentos tomará su tiempo. Sin embargo, los correctivos que se están implementando para “mejorar” el servicio, no evidencian mayores progresos y sí muchas improvisaciones. Lo anterior, sumado a las alzas desmesuradas en los precios de la energía que están afectando de manera dramática a la región Caribe, hacen que esta problemática merezca especial atención por parte del Gobierno Nacional.
Los aumentos en materia de inversiones y las pérdidas eléctricas, realizados por las empresas Air-e y Afinia, junto a los frecuentes incrementos de los precios del mercado spot, tienen en jaque a la Costa Caribe, donde el valor del kilovatio/hora no deja de subir. En medio de la actual crisis inflacionaria que golpea al país, es un despropósito que los usuarios del Caribe, estén asumiendo en las facturas, las pérdidas de energía, tal y como está sucediendo con el segmento de Air-e.
Pedimos al Gobierno y a las entidades adscritas al Ministerio de Minas y Energía, establecer nuevas medidas que ayuden a detener el ritmo acelerado de incremento en las tarifas de energía, así como también, vigilar de cerca las inversiones y los avances en los planes de mejoramiento que están ejecutando Air-e y Afinia, para que no se vuelva a repetir la historia de terror que vivimos con Electricaribe.
Esperamos que a los operadores de red no les quede grande el reto de mejorar la prestación del servicio de comercialización y distribución de energía en la región Caribe. Les estamos dando un compás de espera para que construyan una solución estructural, pero es importante que tengan en cuenta que la paciencia de los usuarios se empieza a agotar.