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A escasos días de la instalación del nuevo Congreso de la República son muchas las reflexiones que surgen acerca del papel y los retos que deberá enfrentar el legislativo en el próximo cuatrienio. Los grandes desafíos que tiene el país por delante, demandan el desarrollo de un ejercicio democrático transparente, independiente, inclusivo y riguroso, con parlamentarios que interpreten correctamente el sentir de los colombianos, y construyan futuro.
La realineación de las fuerzas en el Capitolio impulsa a creer que este será un legislativo que oxigenará, de manera positiva, la política nacional. Así las cosas, es obligación de todos los Senadores y Representantes a la Cámara retribuir, con una gestión comprometida, la confianza depositada por los colombianos. Sin lugar a dudas, el Congreso, que se instalará este miércoles 20 de julio, será determinante para encauzar el destino del país.
En medio de los múltiples conflictos que se viven en Colombia, las dificultades económicas en aumento y las brechas sociales que se amplían, llega un nuevo gobierno que promete profundos y ambiciosos cambios, que requieren toda la atención y la lupa del Congreso. La dinámica de contrapesos y balances en el trámite de las reformas constitucionales y las leyes, será saludable para alcanzar mejores resultados y garantizar una mayor estabilidad.
Con la compleja tarea de gobernar y traducir en hechos las promesas de campaña, el nuevo gobierno ha empezado a dar luces de las prioridades de su agenda. El proyecto de ley de reforma tributaria, anunciado por el presidente electo, Gustavo Petro, tendrá todas las miradas. No solo por el malestar social que causan estas reformas, sino también por la urgente necesidad que existe de aliviar las finanzas públicas, cubrir el déficit fiscal y recuperar el grado de inversión. Por la importancia que reviste, el Congreso será fundamental para ayudar a mejorar las perspectivas de la economía y aclarar el panorama del país.
Otras reformas y proyectos que serán claves son la tributaria, pensional, laboral y de justicia, discusiones que deben realizarse con la suficiente deliberación y reflexión para aportar a la construcción de un país con una economía sostenible que haga posible el desarrollo social. La agenda legislativa también deberá estar marcada por un constante control político al ejecutivo que promueva la democracia y el estado social de derecho.
Necesitamos un Congreso que, más allá de las posturas ideológicas y los intereses de los partidos, envíe mensajes alentadores a la ciudadanía con una visión renovada del quehacer político en el que se priorice a las poblaciones más vulnerables. Mi propósito es seguir liderando desde el legislativo nuevas leyes que impulsen aquellos sectores que le apuestan a la sostenibilidad, así mismo, continuar defendiendo a los más vulnerables, y la protección del medio ambiente.
Además de un ejercicio de control político estudioso y transparente, desde mi curul en el Congreso de la República seguiré promoviendo la participación de todos los sectores ciudadanos, con la convicción de que la construcción de país se debe dar escuchando todas las voces. Soy un demócrata creyente de que la transformación política, el desarrollo económico y la estabilidad social, se logran en unidad y a través de los consensos. Por ello, seguiré ayudando a generar cimientos fuertes para el sostén de nuestra democracia.