Analistas 27/03/2025

Retos y oportunidades de la IA

José Ignacio López
Presidente del Centro de Estudios Económicos Anif

El concepto de Inteligencia Artificial, IA, si bien tiene varias décadas, se ha vuelto más familiar durante los últimos años con el advenimiento de grandes modelos de procesamiento del lenguaje, como ChatGPT, y los recientes avances tecnológicos. El término IA es ahora más popular que en el pasado reciente, como lo confirman el número de búsquedas en Google.

Para muchos, esta tecnología presenta un riesgo existencial. Voces de cautela advierten sobre los problemas asociados al desarrollo de tecnologías que luego los seres humanos no puedan controlar. Para otros, la IA no es sino una quimera, una nueva promesa de revolución que finalmente no logra concretarse. En la memoria reciente de estos últimos, está la euforia asociada a la tecnología blockchain, que en algún momento prometió revolucionar muchos aspectos de la vida, pero, una burbuja accionaria después, se desinfló como promesa transformadora. Otros ven la IA con los ojos optimistas de una quinta revolución tecnológica que no solo complementará las habilidades y competencias humanas, sino que podría ayudarnos a resolver los temas más complejos, como la transición energética.

Uno de los temas que genera más ansiedad es el efecto de la IA en el mercado laboral. En un trabajo reciente del conocido economista venezolano Roberto Rigobon con Isabella Loaiza, colombiana y asociada posdoctoral del Massachusetts Institute of Technology, MIT, se analiza el impacto de la IA desde un ángulo original: las debilidades relativas de la IA frente a las competencias humanas. La más reciente edición de la revista Carta Financiera de Anif incluye una entrevista con Loaiza, donde ella explica los resultados más importantes de este trabajo. Allí se analizan habilidades asociadas a la empatía, la creatividad, la opinión, el pensamiento crítico y la presencialidad, todas propia de los seres humanos y poco susceptibles de ser completamente reemplazadas por algoritmos computacionales. Este análisis ofrece señales de optimismo sobre la posibilidad de complementariedad entre máquina y el ser humano, y apunta a una reorganización del mercado laboral en torno a dicha sinergia.

Esta visión sugiere una serie importante de complementariedades entre la tecnología y las competencias humanas. No obstante, aún está por verse el efecto disruptivo que podría tener en mercados laborales como el colombiano. De acuerdo con varias encuestas del Foro Económico Mundial, las empresas colombianas perciben como barrera para su transformación la brecha entre las habilidades demandadas y las disponibles en sus trabajadores, así como la inflexibilidad del marco regulatorio. Como contraparte, las mismas firmas ven con buenos ojos la posibilidad de reentrenar y mejoras las competencias y habilidades de sus trabajadores. La IA podría ser de gran utilidad en este frente.

Es temprano para anticipar todos los potenciales efectos, pero sin lugar a duda la IA llegó para quedarse. De hecho, ya se observa en los datos de vacantes laborales del país un aumento en la demanda de habilidades vinculadas a la IA, según un análisis de Anif con datos del Servicio Público de Empleo. Como señalan los expertos es probable que la IA no desplace muchos puestos en el corto plazo, sino que quienes sepan utilizarla destacarán en el mercado laboral.