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Analistas 13/06/2024

Sincerando cuentas

José Ignacio López
Presidente del Centro de Estudios Económicos Anif

Más de una analista lo advirtió. Desde Anif se dijo desde un comienzo. Las cuentas fiscales de Colombia para 2024 iniciaron el año en rojo por cuenta de la programación de los ingresos asociados al arbitramento de litigios. Inicialmente $15 billones, luego $10. En la práctica nulos. Adicionalmente, el mayor nivel de retención de grandes contribuyentes el año pasado, sumado a una economía estancada y una composición de crecimiento en contra de las ambiciones fiscales del Gobierno pasaron todos juntos la factura con unas cifras de recaudo en lo corrido de enero a mayo 4,4% por debajo a lo observado durante el mismo período del año pasado.

La respuesta del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, frente a las malas cifras de recaudo no se hizo esperar con un anuncio de un recorte de gasto de $20 billones. La medida es bienvenida y hay que darle crédito al ministro por buscar sincerar las cuentas fiscales de este año. Posterior a la publicación de esta columna, mañana viernes 14 de junio, se dará a conocer el Marco Fiscal de Mediano Plazo (Mfmp). Vale la pena recordar que dicha publicación es la carta de navegación en materia fiscal tanto en el corto, como en el largo plazo. La nueva versión del Mfmp debe no solo incorporar el recorte de 1,3% del PIB para 2024, sino también ponderar el efecto de la nueva realidad fiscal del país de cara a los próximos años. En cuentas de Anif el esfuerzo fiscal del Gobierno para este año debe ser un incluso superior a la cifra de recorte anunciada. No obstante, lo más relevante será entender el rompecabezas en materias de ingresos y gasto público en 2025.

Conocido el Mfmp muchos de estos interrogantes deberían estar resueltos, pero resulta prioritario crear un clima de inversión más propicio para que el sector privado, de la mano del público, recupere el terreno perdido en los últimos trimestres y se vuelque a nuevos proyectos de inversión. Como bien lo muestra la literatura internacional, no es posible tener sostenibilidad en las cuentas fiscales si la economía no crece. La mejor política tributaria es promover la generación de riqueza.

En ese frente, bienvenida la propuesta del sector financiero de iniciar unas mesas de concertación con el Gobierno de carácter urgente en materia de reactivación. Una política pública de extensión de garantías de crédito sería mucho más deseable que una de inversiones forzosas como el propio Gobierno ha planteado. Las garantías no consumen espacio fiscal en el corto plazo, y si los créditos ayudan a destrabar fricciones de mercado, finalmente no terminan consumiendo recursos públicos en proporción a la riqueza que pueden ayudar a crear. También es importante eliminar cuellos de botella en sectores tan importantes como el de infraestructura y vivienda, así como acelerar los procesos que están frenados debido a falta de licencias ambientales y problemas con las comunidades. El Gobierno puede tener un papel muy relevante en esas dos dimensiones.

El foco del país en los próximos meses debe ser la reactivación. Si el Gobierno Nacional logra destrabar proyectos, y los mandatarios regionales aceleran sus programas, podemos ver unas cifras de crecimiento más halagüeñas en el segundo semestre, que cimienten una recuperación del recaudo en 2025. Es importante el mensaje de urgencia, con la advertencia de que cualquier política de reactivación debe buscar promover el crecimiento tanto en el corto, como en el largo plazo.

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