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En septiembre de 2024 se realizó en Bogotá el Tercer Festival Somos Sostenibles organizado por la Fundación Oleoductos en el marco de la estrategia CreSer con Propósito. 12 equipos profesionales de industrias del sector del petróleo y dos equipos de estudiantes de noveno grado de la Institución Educativa Técnica Rural del corregimiento de Puerto Servíez en el municipio de Puerto Boyacá, se encontraron para resolver retos, diseñar y presentar proyectos sostenibles e innovadores que resuelvan problemas locales.
Terminando el Festival, se definieron los proyectos ganadores: Tecnoriego Ecopuertoservíez, el cual implementa un sistema de riego eficiente basado en energía solar para grandes superficies agrícolas donde se optimiza la cantidad de agua necesaria y se promueve el uso de energías limpias, lo que beneficiará a las familias de la región, los cultivos donde se aplique y por supuesto al clima del planeta.
El otro proyecto ganador es Pirólisis 2.0 que transforma los residuos plásticos en combustible mediante un proceso termoquímico, denominado eco-pirólisis, que descompone estos residuos en sustancias más simples. El proyecto fomenta la economía circular y contribuye a la reducción de la contaminación y la dependencia de combustibles fósiles.
Los dos equipos ganadores fueron justamente los conformados por estudiantes de noveno grado. Ellos son parte de los más de 60.000 niñas y niños de todo el país que participan en un programa que busca una transformación en la visión sobre la innovación, el arte, la ciencia, las humanidades y la tecnología y construyen competencias necesarias para la sociedad, en lo que se define hoy como cuarta revolución industrial.
El programa, con una duración de 120 horas, es financiado por el Grupo Empresarial Ecopetrol y es ejecutado por estudiantes, egresados y profesores del Laboratorio UNLab 4.0 del grupo de investigación GisTIC de la Universidad Nacional de Colombia en un proyecto de extensión solidaria.
Otro equipo de estudiantes de secundaria de una vereda en el departamento del Putumayo, había ganado el premio internacional “Los Creadores Chile”. El proyecto ganador se denominó Thehandbro. Consistió en el diseño e implementación de una prótesis de una mano funcional y robotizada utilizando material reciclado y Arduino. Prótesis que ahora utiliza una de las niñas del equipo.
Pero aquí no se trata de los premios. Por supuesto que es muy bueno recibirlos y para las y los jóvenes es motivo de orgullo. Aquí de lo que se trata es de comprobar que sí existe la posibilidad, real y probada de cultivar la innovación en niñas y niños de zonas aisladas. Para ello, se utilizan metodologías de aprendizaje basado en proyectos y problemas, ABP, que con el entusiasmo y la pasión que tutores y estudiantes imprimen al trabajo en equipo aprenden a trabajar colaborativamente. Además, rompen estereotipos, en ocasiones auto impuestos, sobre las posibilidades de que una población marginada pueda desarrollar sus capacidades, construir tejido social, ser conscientes y estar habilitados para actuar con un pensamiento crítico, sistémico y sustentable en un mundo de cuarta o quinta revolución industrial.
También se trata de colaboración. Esta construcción se logra gracias al trabajo colectivo entre empresas, gobiernos locales y regionales y academia. No es un logro de una persona o de una institución. Esto es un trabajo transdisciplinar y transinstitucional. Empresas privadas y mixtas junto con organizaciones públicas y con el soporte académico de un grupo de investigación de la Universidad Nacional de Colombia lo han hecho posible. Es la concreción del ODS 17: La constitución de Alianzas para Lograr los Objetivos. La pregunta que planteo a las y los lectores es ¿y por qué no unirse como organización, alcaldía, gobernación, empresa o universidad a este proyecto?