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Sería ideal si todas las entidades públicas que contratan servicios de infraestructura adoptaran contratos estándar con definiciones compartidas. Sería igualmente beneficioso que estos contratos establecieran de manera clara y equilibrada las obligaciones de las partes, además de contar con una metodología precisa para la resolución de conflictos.
En Colombia, para proyectos de infraestructura, se utilizan diferentes tipos de contratos según el marco normativo y las necesidades específicas de cada proyecto. Algunos de los contratos más comunes utilizados son los de obra pública, concesión y Asociaciones Público-Privadas.
Los de obra pública son utilizados para proyectos de infraestructura financiados y ejecutados por entidades estatales. La legislación colombiana establece los procedimientos y requisitos específicos para la contratación pública, y estos contratos se rigen por la Ley 80 de 1993, conocida como la Ley de Contratación Estatal.
Los de concesión, utilizados especialmente en proyectos de carreteras, aeropuertos y puertos, involucran a una entidad estatal que otorga a una empresa privada el derecho de construir, operar y mantener una infraestructura durante un período determinado.
Por su parte, los contratos de Asociación Público-Privada (APP) se basan en la colaboración entre el sector público y privado para el desarrollo de proyectos de infraestructura. Estos contratos se rigen por la Ley 1508 de 2012 y permiten la participación conjunta de entidades estatales y privadas en el diseño, financiamiento, construcción, operación y mantenimiento de proyectos de infraestructura.
Lamentablemente, cada entidad contratante construye y modifica sus contratos según sus experiencias previas. Aunque se rigen por la legislación colombiana, suelen incluir particularidades basadas en lecciones aprendidas de contratos anteriores. Como resultado, los contratos se han vuelto más complejos y, en ocasiones, se utilizan como una salvaguarda para proteger a la entidad y a los funcionarios públicos en caso de investigaciones relacionadas con posibles fallas en el contrato.
En contraste, las mejores prácticas internacionales apuntan al uso de modelos de contratos estándar, entre los que se destacan los desarrollados por la Federación Internacional de Ingenieros Consultores (Fidic) organización internacional que representa a ingenieros consultores y promueve los estándares de calidad y ética profesional en el campo de la ingeniería.
Los contratos Fidic son conocidos por su enfoque equilibrado y transparente para la gestión de proyectos de construcción. Estos contratos proporcionan un marco legal y contractual para regular las relaciones entre las partes involucradas en un proyecto, incluyendo al contratista, al cliente y al ingeniero consultor.
El conjunto de contratos Fidic consta de varias publicaciones, siendo las más utilizadas el Contrato de Construcción Fidic (Libro Rojo) y el Contrato de Diseño y Construcción Fidic (Libro Amarillo). El primero establece las obligaciones y responsabilidades de las partes, los procedimientos para la administración del contrato, los pagos, las variaciones y reclamaciones, entre otros aspectos. El segundo se utiliza para proyectos donde el contratista es responsable tanto del diseño como de la construcción. El contrato abarca aspectos como el diseño, los plazos, la calidad, los pagos y las reclamaciones.
Los contratos Fidic son ampliamente reconocidos y utilizados en la industria de la construcción a nivel internacional. Proporcionan un marco contractual establecido y aceptado que ayuda a garantizar la equidad y la transparencia en los proyectos. Además, están diseñados para equilibrar las responsabilidades entre las partes involucradas y establecen las obligaciones y los procedimientos para la administración del contrato, lo que ayuda a evitar conflictos y disputas.
Contemplan la gestión de riesgos en proyectos de construcción y establecen procedimientos para la notificación y gestión de eventos imprevistos, variaciones en el alcance, reclamaciones y resolución de disputas, lo que contribuye a reducir la incertidumbre y los posibles problemas legales.
La implementación de contratos Fidic en Colombia requerirá una capacitación adecuada en su uso, así como la influencia ejercida por entidades como los bancos multilaterales de desarrollo para promover el uso de este tipo de contratos en los proyectos que financian.