Infraestructura abierta

En el mundo de la infraestructura, la transparencia y el acceso a la información son cruciales para generar confianza y asegurar el buen uso de los recursos públicos. En Colombia, la adopción de la iniciativa internacional CoST (Construction Sector Transparency Initiative), promovida por el Reino Unido, representa un paso significativo hacia la apertura y la rendición de cuentas en proyectos.

CoST busca que los gobiernos, el sector privado y la ciudadanía trabajen juntos en pro de que la infraestructura sea más transparente, al hacer pública y accesible la información de los proyectos. La transparencia reduce riesgos de corrupción y optimiza los procesos de construcción, dando visibilidad a todos los interesados sobre el progreso y los recursos involucrados.

En Colombia, la implementación de CoST ha dado lugar a herramientas innovadoras que facilitan el monitoreo y el control ciudadano. Un ejemplo notable es la plataforma de seguimiento de obras de la Alcaldía de Bogotá, que permite a cualquier persona consultar el estado de los proyectos de infraestructura en la ciudad. Esta plataforma muestra detalles sobre el tipo de obra, su ubicación exacta, el presupuesto asignado y el porcentaje de avance de cada proyecto. Así, un ciudadano común puede, por ejemplo, verificar si la construcción de una nueva vía o el arreglo de un parque en su barrio cumple con los plazos establecidos y si el presupuesto se usa adecuadamente. Además, esta herramienta abre la puerta a una participación activa al ofrecer la opción de reportar anomalías o inconsistencias, lo que crea un canal de comunicación directo entre la administración y la comunidad.

A nivel nacional, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) ha puesto en marcha el ‘Aniscopio’, una plataforma en línea que muestra el estado y la evolución de los proyectos estratégicos de infraestructura en Colombia. El Aniscopio es una herramienta avanzada que no solo informa sobre el progreso de obras como autopistas de cuarta generación (4G), puertos y aeropuertos, sino que también ofrece información sobre los retos financieros, las dificultades técnicas y cualquier cambio en los cronogramas o presupuestos de los proyectos.

Gracias al Aniscopio, cualquier ciudadano o persona interesada en la infraestructura puede acceder a información actualizada y asumir un rol más activo en la vigilancia de estos megaproyectos, fundamentales para la conectividad y competitividad del país. Al hacer accesible este nivel de detalle, la ANI no solo mejora la transparencia, sino que fomenta un control social que ayuda a mitigar riesgos y mejorar la eficiencia de los recursos.

Los días 14 y 15 de noviembre de 2024, en un taller regional en Panamá, que reúne a representantes del sector privado, el sector público y a miembros de la ciudadanía de nueve países latinoamericanos; CoST se trazó la meta de identificar los desafíos comunes en el sector de infraestructura con el fin de proponer soluciones prácticas para enfrentarlos, con discusiones sobre los obstáculos a la transparencia en las obras públicas, el análisis de datos sobre licitaciones y la identificación de oportunidades para que el sector privado participe activamente en la gestión transparente de proyectos.

La adopción de CoST y la transparencia en los proyectos de infraestructura no solo fortalece la confianza pública, sino que también aporta beneficios tangibles. Los gobiernos pueden tomar decisiones mejor informadas y planificar de forma más eficiente, mientras que el sector privado opera en un entorno más justo y competitivo. Asimismo, la ciudadanía cuenta con herramientas que le permiten monitorear y entender el impacto de las obras en su entorno, lo que genera una cultura de participación y vigilancia activa.

La iniciativa CoST está marcando un antes y un después en la manera en que se planifican, ejecutan y monitorean los proyectos de infraestructura en Colombia. Su implementación en herramientas como las plataformas de Bogotá y el ‘Aniscopio’ de la ANI demuestra que, cuando la información es accesible, todos ganan: los recursos se optimizan, los riesgos de corrupción disminuyen, y se fomenta un entorno de confianza y colaboración entre todos los sectores.