MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Agregue a sus temas de interés
Uno de los activos más valiosos de cualquier nación es su infraestructura vial. Construirla ha tomado decenas de años y altísimos niveles de inversión. Consecuentemente, sería lógico darle el mantenimiento que se merece para que su valor permanezca en el tiempo. Determinar las necesidades de mantenimiento de la infraestructura vial es un proceso crucial que se lleva a cabo a través de inspecciones periódicas, que requieren de la destinación específica de recursos, por parte del Estado, y permiten identificar daños y diseñar tratamientos efectivos, incluyendo la estimación de su costo.
Los puentes de carreteras son una pieza fundamental, ya que permiten la circulación de vehículos y personas sobre obstáculos naturales o artificiales. Estos elementos están sometidos a un gran desgaste debido al tráfico, las condiciones climáticas y otros factores externos. Por esta razón, resulta esencial realizar inspecciones periódicas en estas estructuras para detectar posibles fallos y asegurar su mantenimiento en óptimas condiciones.
La detección temprana es clave para planificar acciones correctivas y prevenir que se conviertan en problemas mayores. De esta manera, se pueden evitar reparaciones costosas y extensas que puedan afectar la operatividad del puente o su vida útil.
La inspección de puentes de carreteras es un proceso crítico que requiere el cumplimiento de estándares y normas técnicas rigurosas. Algunos de los estándares y normas más destacados en este ámbito son los establecidos por la Federal Highway Administration (Fhwa), la norma ISO 1920 que regula los ensayos de carga estática en puentes de carreteras y ferrocarriles, y la norma de la Asociación Americana de Autoridades de Carreteras y Transporte (Aashto).
Estas normas establecen criterios para la clasificación de la condición de los puentes, la evaluación de la capacidad portante y la identificación de posibles deficiencias estructurales, lo que permite tomar medidas oportunas para mantener la seguridad y el buen estado de los puentes a lo largo del tiempo.
En Colombia, el Instituto Nacional de Vías (Invías) cuenta con una serie de estándares y normas técnicas para la inspección y mantenimiento de puentes de carreteras en el país. Estos se encuentran establecidos en el ‘Manual de Diseño y Construcción de Puentes’ del Invías, que es la guía técnica oficial para el diseño, construcción, mantenimiento y rehabilitación de puentes de carreteras en Colombia. Además, cuenta con el ‘Manual para la inspección visual de puentes y pontones’, que establece los criterios y procedimientos para la inspección visual, táctil y por ensayos no destructivos.
Todo lo anterior está muy bien. Ahora, lo importante es que estas directrices o mejores prácticas se sigan, para evitar que las estructuras que tenemos puedan llegar al final de su vida útil, gracias al mantenimiento periódico y preventivo. Una vez lleguen a este punto, se hace necesario renovar la estructura, mediante un reforzamiento estructural, o definitivamente con la demolición y construcción de una nueva estructura.
Hoy por hoy, los ingenieros estructurales están en gran demanda, pues los concesionarios continúan la tarea de determinar el verdadero estado de las estructuras que les fueron encomendadas para poder hacer recomendaciones de renovación de estructuras, lo cual típicamente está excluido de estos contratos de concesión.
En el caso de los puentes administrados por el Invías, las gobernaciones o los municipios, la recomendación es que se asignen presupuestos suficientes para llevar a cabo con rigor las inspecciones de puentes y se tenga un sistema de gestión que permita identificar de forma oportuna las posibles fallas y así programar los mantenimientos necesarios.
