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El sector de bebidas en Colombia asumió el reto de apostarle a la economía circular que, como lenguaje global, responde a la necesidad de un manejo eficiente de recursos y materiales. Esta apuesta integral parte desde la innovación. Las empresas de la industria han enfocado esfuerzos en los procesos de diseño de envases para lograr, por ejemplo, la disminución de su peso y el uso de materiales cada vez más virtuosos. Además, se han gestionado proyectos que permiten recoger y aprovechar los envases y, conscientes del aporte social clave para la economía circular del país, se ha buscado la dinamización de la cadena posconsumo para generar mayores oportunidades en todos sus eslabones.
En esta línea, las empresas afiliadas a la Cámara de la Industria de Bebidas han definido estrategias y elementos esenciales en el mundo de la economía circular para sus procesos industriales y posindustriales. Esto las ha hecho destacarse como líderes en sostenibilidad, con excelentes prácticas ambientales y con metas claras.
A la larga, lo que hoy se ve, también es resultado de una apuesta histórica que la industria ha hecho por la economía circular, la cual ha sido una constante. Un ejemplo de esto es la dinámica que le han dado a los envases retornables, la cual ejemplifica cómo las empresas han repensado sus productos en pro de un desarrollo sostenible y una lógica circular.
La retornabilidad de envases ha acompañado a los colombianos desde principios del siglo pasado, basándose en un sistema logístico que va desde la entrega del envase con contenido, su posterior recolección y lavado y su reutilización para llegar de nuevo a los hogares. Luego, la industria introdujo otros materiales, también con potencial de reciclaje. El Tetra Pak, el aluminio y, por supuesto, el PET, que tiene una capacidad inmensa de reciclabilidad.
Por eso, la industria trabaja fuertemente en el desarrollo de una cadena de aprovechamiento en posconsumo robusta, donde, de la mano de asociaciones con recicladores y de transformadores de materiales, se logre la recolección y aprovechamiento de envases con potencial.
Hoy, por ejemplo, la industria acompaña a más de 20.000 recicladores, un 33% del total de recicladores que aparecen en el Registro Único de Recicladores de Oficio 2020. Además, sensibiliza a los tenderos que empiezan a asumir su papel en la relevancia que tienen por promover el reciclaje y la separación de materiales en los puntos de venta y en los hogares de los consumidores, construyendo así un tejido social, desde la industria, alrededor de un tema tan importante en la sociedad.
Ahora bien, otro aspecto no menos importante sobre el que la industria concentra esfuerzos es la educación y sensibilización del consumidor sobre la separación en la fuente de los residuos. Las empresas de la industria, que incluso son competidores en el mercado, se han unido para hacer campañas de comunicación y llegar a miles de personas, diciéndoles que separar los residuos es un acto colaborativo y que, con el concurso de ellos, podemos avanzar para que la economía circular brinde más valor a la sostenibilidad.
Las empresas de la industria están trabajando articuladas y de forma colectiva permanentemente. Están unidas para crear, construir y fortalecer acciones. Esta es una gran apuesta para seguir siendo #AliadosPorColombia.