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La calidad de vida en una ciudad no se mide únicamente por su desarrollo económico, sino también por la disponibilidad de vivienda digna y espacios públicos adecuados. En Bogotá, la escasez de vivienda social a precios asequibles y el déficit de espacio público son dos de los principales retos que debemos enfrentar para mejorar las condiciones de vida de miles de familias.
Actualmente, la ciudad presenta un déficit cuantitativo de vivienda que supera los 300.000 hogares, de los cuales más de 6.000 se encuentran en alto riesgo, principalmente en las localidades de Ciudad Bolívar, Suba y San Cristóbal. Estas zonas no solo enfrentan problemas de vivienda, sino que también carecen de espacio público suficiente, lo que limita la convivencia y el bienestar de sus habitantes. Esta situación crítica refleja la necesidad urgente de implementar acciones contundentes que busquen revertirla.
La Alcaldía Mayor de Bogotá es consciente de este desafío y ha implementado diversas iniciativas para reintroducir la vivienda de interés prioritario (VIP) en la ciudad, con un precio que no excede los 90 salarios mínimos legales mensuales vigentes (Smlmv). A pesar de las dificultades financieras para producir este tipo de vivienda y la escasez de suelo, hemos logrado adjudicar el primer concurso de predios públicos de la Caja de la Vivienda Popular (CVP), que habían estado abandonados e invadidos durante más de 12 años. Este es un paso crucial hacia la recuperación de espacios que deben ser utilizados para el bienestar de la comunidad.
Como resultado de estos esfuerzos, 658 hogares podrán disfrutar de vivienda nueva y segura en 2027, a un precio accesible que oscila entre 90 y 150 Smlmv. Estas viviendas, que tendrán entre 38 y 43 metros cuadrados, estarán acompañadas de más de 2.000 metros cuadrados de espacio público de alta calidad urbana, lo que transformará la vida de los residentes de la localidad San Cristóbal.
La producción de vivienda social a precios asequibles en Bogotá ha impulsado la creatividad y colaboración entre los sectores público y privado. A medida que se agota el suelo disponible para este tipo de vivienda, es vital explorar diversas fuentes de financiamiento, como el subsidio distrital de vivienda (SDV) y los recursos del Fondo de Compensaciones Obligadas VIP/VIS (FCO). Esto permitirá que los proyectos inmobiliarios alcancen su cierre financiero, y que los desarrolladores asuman el reto de construir viviendas y espacios públicos de altos estándares de calidad para las familias más vulnerables.
Estamos comprometidos con el regreso de la vivienda de interés prioritario a Bogotá, buscando que miles de personas den un salto en su calidad de vida. Este esfuerzo se logra a través de la articulación intersectorial e interinstitucional, garantizando que los proyectos sean sostenibles, respetuosos del medio ambiente y de calidad arquitectónica, generando un sentido de orgullo en la comunidad.
El plan más ambicioso en la historia de Bogotá en materia de vivienda, liderado por el alcalde Galán, dejará un legado significativo de más de 75.000 soluciones habitacionales y cientos de miles de metros cuadrados de espacio público de alta calidad urbana. Gracias a esta proyección, estamos en el camino correcto para equilibrar la cancha en localidades que históricamente han enfrentado cifras alarmantes de pobreza multidimensional, déficit de espacio público y déficit habitacional.
