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Analistas 16/04/2021

Inversiones sostenibles: una estrategia para el futuro

Juan David Correa Solorzano
Presidente de Protección
Analista LR

Los retos actuales de la sociedad y el planeta nos invitan a tener una consciencia profunda a la hora de tomar decisiones que sean responsables con las futuras generaciones. Y es que en los últimos años ha estado la reflexión de cómo se hacen los negocios, su impacto y la mejor forma de trascender en el tiempo.

La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible nos dan una guía. Para diciembre de 2019 se presentó un avance del 74,2% a nivel nacional, con respecto a las proyecciones esperadas ese mismo año, en donde el resultado deja claros los esfuerzos realizados como país, pero a la vez evidencia los retos y la necesidad de acelerar el cumplimiento de los ODS en los próximos diez años. Por eso, siendo conscientes de la responsabilidad que tenemos como empresarios, es necesario que nuestro propósito superior incluya el componente de sostenibilidad de manera transversal en las compañías, para que cada vez más las prácticas organizacionales se acerquen a ese equilibrio económico, social y ambiental.
Justamente, hace un par de semanas leí un artículo sobre la sostenibilidad en el sector financiero, encontré una frase que considero es importante que esté presente en nuestro actuar corporativo: “…las decisiones de financiación e inversión que tomemos hoy y en los próximos años, determinarán nuestro futuro…” y por eso, es que prácticas como la inversión sostenible, son fundamentales para la transformación económica mundial de cara al cambio climático, la inclusión social y el buen gobierno corporativo, lo que se conoce como inversiones con criterios ASG.

Este tipo de inversiones están orientadas a la generación intencional de retornos financieros e impactos socio-ambientales positivos, con el fin de preservar y aumentar rentabilidades, al tiempo que se contribuye de manera consciente a superar los retos actuales.

La inversión sostenible, además de ser una estrategia de competitividad, es también una manera de generar valor y apalancar el crecimiento y la solidez para el futuro. Por eso debemos tener la convicción de que el futuro sostenible lo hacemos entre todos.

Diferentes organizaciones de Colombia, Latinoamérica y el mundo hemos venido fortaleciendo nuestra estrategia de sostenibilidad y cada vez más nos suman con acciones concretas de inversión sostenible y hemos venido incorporando criterios ASG en todas nuestras decisiones de inversión buscando ejercer una influencia favorable en el medio ambiente.

Justamente, buscando la descarbonización de los portafolios, cada vez más empresas participamos en fondos como el Low Carbon Transition Readiness de Black Rock, que invierte en compañías que trabajan por reducir sus impactos en carbono. Es así como, a través de procesos relacionados con la gestión de inversiones, las compañías pueden contribuir a la sostenibilidad del planeta y gestionar los riesgos asociados al cambio climático, generando valor a todos sus grupos de interés con acciones como el crecimiento económico, la innovación en las industrias, la producción y consumo responsable, alianzas estratégicas, entre otras.

Claramente aún quedan retos, pero los pasos que hemos han dado y la hoja de ruta que hemos trazado nos llenan de optimismo y compromiso de cara al futuro, siendo habilitadores para que cada vez más personas, a través de su ahorro, alcances sus sueños mientras contribuyen a un mundo más amigable con el medio ambiente, la equidad social y el buen gobierno corporativo.

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