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Ciberextorsiones, robo de información, suplantaciones, estafas, revelación de información confidencial, acoso en redes sociales, entre otras acciones asociadas al riesgo cibernético, afectan reputacional y económicamente a las personas, las familias y las empresas colombianas.
De hecho, el Foro Económico Mundial señaló los ciberataques como uno de los cinco mayores riesgos globales en 2019 y alertó por su expansión y potencial disruptivo.
Este riesgo emergente viene asociado, por ejemplo, a la creciente conectividad a internet y acceso a tecnología, sistemas de información en la nube, transacciones en línea, digitalización de servicios, el internet de las cosas, así como hábitos en consumo de información, procesos educativos y la interacción en redes sociales.
Por eso es significativo que ya 75% de los colombianos accede a la web, 72% de los hogares tiene acceso a smartphones y 68% de empresas cuentan con el servicio de internet, según una reciente encuesta del Ministerio TIC.
No obstante, inquieta la falta de conciencia en el país ante el riesgo cibernético, que se expresa en desconocimiento, subestimación y ausencia de medidas preventivas en materia de ciberseguridad.
Al respecto, resulta indicativo que Colombia es uno de los países con mayor número de ataques de ciberextorsión registrados o que 83% de las empresas reconocen que carecen de protocolos de respuesta a la violación de su seguridad informática.
La industria aseguradora no puede ser ajena a este riesgo emergente y a todas las implicaciones que tiene.
Por eso debemos ocuparnos en cómo mitigar la ocurrencia de situaciones que afecten el bienestar y la competitividad de los colombianos y entregar el acompañamiento efectivo en caso de materializarse.
Esto nos ubica en otro escenario: ir más allá de ofrecer productos y soluciones en protección digital, para generar capacidades en ciberseguridad.
Por ejemplo, sí que las necesitamos como padres de familia, pues muchas veces no tenemos el conocimiento suficiente sobre las redes sociales o protección de datos personales para darles acompañamiento a nuestros hijos. Igual necesitan generar capacidades desde los universitarios, pasando por los trabajadores independientes, hasta empresarios y empleados.
Desde Seguros Sura Colombia nos sumamos a ese objetivo con la apertura en julio del primer Centro de Protección Digital, en Medellín, y esperamos habilitar otro en Bogotá en el segundo semestre.
En estos espacios queremos ofrecer asesoría diferencial para las personas y las empresas, de manera que puedan reconocer la exposición a este riesgo, sus vulnerabilidades particulares.
Creemos que así podrán autogestionarlo con el conocimiento adecuado, de manera proactiva y efectiva.
