.
Analistas 05/10/2023

Inteligencia artificial (IA) y gestión del poder público

Juan Diego Álvarez
Director Asuntos Públicos y Regulatorios de IDDEA Comunicaciones

Hoy en día se estima que una de cada cuatro empresas en Colombia tiene programas que usan IA para su gestión diaria y que 47 % está explorando su integración. A diferencia del sector privado, en la gestión del poder público no es tan claro el camino ni sus implicaciones.

En el mundo de la IA suele hablarse de cuatro fases de desarrollo. La primera ola fue el big data, la segunda etapa es la predictiva, la tercera la generativa y por último la autónoma. Existe un consenso acerca de que estamos entre la segunda y la tercera fase. Estamos en un periodo en el que el uso de los datos está siendo procesado para predecir comportamientos a la vez que las plataformas de IA están ya hoy en día creando nuevas realidades. En otras palabras, algoritmos que ven patrones y entornos que escapan a la “sencillez” de una mente humana. La velocidad de la evolución de la tercera fase es asombrosa; ChatGPT alcanzó 100 millones de usuarios en dos semanas, una tasa de adherencia nunca antes vista para ningún desarrollo tecnológico.

Ahora, aplicar IA a la gestión del poder público puede tener distintas expresiones, pero vamos a ahondar en dos con el fin de empezar a comprender estos cambios tecnológicos. Primero, la gestión eficiente de grandes volúmenes de información. Este es el tema más sencillo y menos innovador, porque es la aplicación de herramientas de procesamiento y organización de la información para identificar patrones que permitan reducir los tiempos de respuesta de las entidades y agencias estatales y predecir el comportamiento de los ciudadanos. Este tema es sencillo, pero no menor, si consideramos por ejemplo al Invima, que hoy en día procesa miles de papeles en físico con pilas de carpetas en los corredores de la entidad como si fuera el siglo XIX.

Segundo, migrar los centros de poder en la toma de decisiones públicas. Las políticas públicas en el mejor de los casos son representaciones de las necesidades, intereses y evidencia que tienen distintos grupos de interés de un sector específico. Sin embargo, en el futuro, el Estado no parece tener el monopolio o ser necesariamente la mejor representación del interés general. Así las cosas, en este escenario emergerá un nuevo centro de gravedad del poder. Algoritmos nutridos masivamente de data que puedan adjudicar recursos, beneficios y cargas estatales de forma más “neutra” o por lo menos autónoma. Decisiones públicas des-oficializadas que “eliminen” la subjetividad, ideología o prejuicios de los sujetos específicos que se envisten de Estado temporalmente.

En conclusión, la IA probablemente redefinirá la cara del Estado moderno en el futuro cercano. Actualmente, estamos viendo la acumulación y creación de data que se mueve por encima de nuestra propia conciencia. Igualmente, se abren preguntas éticas cruciales sobre su uso justo y responsable, esto ante un panorama en el que las manos tech empiezan a concentrar la capacidad de ver una realidad completa y decodificada que escapa a la conciencia limitada que tenemos como personas individuales.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA