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Cuando tomé la decisión de adoptar a mi primera mascota, no imaginé que un momento tan personal, me llevaría a enamorarme de una industria que hoy crece a pasos agigantados en Colombia y el mundo. En el país tenemos alrededor de 18 millones de perros y gatos, que llegan a los hogares a dar alegría y compañía, pero que lamentablemente viven en promedio entre 25% a una 30% menos, en comparación a países desarrollados como Estados Unidos y algunos países europeos.
¿A qué se debe esto? El grupo de expertos veterinarios de nuestra red de clínicas explica que en Colombia sólo el 30% de perros y gatos que presentan algún tipo de enfermedad son llevados a revisión; dicha estadística sumada a la falta de vacunación, desparasitación e incorrecta alimentación, incide en que la esperanza de vida de las mascotas colombianas esté por debajo del promedio de países del primer mundo que tienen una cultura más arraigada del cuidado y bienestar con sus compañeros peludos.
Analizando este fenómeno encontré que había una brecha en la educación y cultura de cuidado, pero también en la prestación del servicio médico veterinario enfocado en las especialidades más relevantes para el cuidado integral de las mascotas. A partir de ahí, decidí crear la primera red de clínicas veterinarias especializadas en el cuidado y bienestar de las mascotas en Colombia, con un enfoque único de atención, nutrición, experiencia e infraestructura física que no se había visto en la región hasta hoy. Para esto, hemos recibido una inversión de más de US$7 millones, la cual nos ha permitido tener un plan de expansión ambicioso de más de 50 clínicas en los próximos cuatro años y así ir revolucionando el mercado colombiano.
No se trata sólo de ver un mercado en crecimiento, sino también pensar en solucionar de raíz la causa de los bajos indicadores de expectativa de vida de los perros y gatos en Colombia; debemos traer soluciones y no quedarnos atrás en la atención de los mismos. Al igual que los seres humanos, nuestras mascotas también necesitan cuidado especializado en diversas áreas como la salud cardiovascular, la nutrición, la dermatología y la ortopedia, por mencionar algunos ejemplos.
En este contexto, considero que Colombia se encuentra en la encrucijada de una evolución necesaria y beneficiosa. Esta transición exige una inversión sustancial, la construcción de clínicas de vanguardia y la capacitación permanente de médicos altamente especializados. Solamente, mediante este proceso, seremos capaces de elevar los estándares de cuidado actuales y con certeza, mejorar los índices de supervivencia, dando lugar a una población de mascotas más longeva y saludable en el país, lo cual traerá mayor alegría, compañía y sonrisas en los hogares colombianos.
