Aeropuertos y transformación digital

Con una inversión en la renovación de aeropuertos del país cerca a los $800.000 millones, según cifras de la Aeronáutica Civil, los aeropuertos demuestran ser la pieza clave del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para aumentar en un 50% los turistas extranjeros y fomentar el turismo nacional. Estrategias que parecen estar funcionando pues en los primeros ocho meses de 2019 se transportaron más de 27 millones de pasajeros, un incremento de 10,4% frente a 2018.

Pero este impulso que se la da a la infraestructura aeroportuaria del país tiene que venir acompañado de la transformación digital a la que estos aeropuertos eventualmente se tendrán que adaptar. Con el constante cambio de las preferencias de los usuarios es muy importante analizar cómo no perder estas inversiones, porque aunque la infraestructura es el primer paso, justo después viene la tecnología y con ella vienen los viajeros de las nuevas generaciones donde la conectividad, ágil y segura y la facilidad de servicios será uno de los factores más importantes para evaluar los aeropuertos.

Asegurar la seguridad de los pasajeros y de los destinos continuará siendo la actividad más importante de las terminales aéreas. Por eso cada año los grandes aeropuertos invierten millones en herramientas digitales que les ayuden a mejorar los procesos. La biometría ha resultado ser una gran aliada, en los 15 aeropuertos norteamericanos en donde ya está implementado, la biometría ha inspeccionado más de 15.000 vuelos, ha escaneado a más de dos millones de pasajeros detectando 7.000 infracciones de visado, de acuerdo con cifras del portal americano The Verge.

La biometría, por ejemplo, permite a los pasajeros abordar rápidamente su vuelo sin necesidad de presentar ningún documento en la puerta de embarque. Los beneficios son para todos: al reducir los cuellos de botella se libera personal operacional en tierra para centrarse en la experiencia del cliente y se tiene acceso más rápido a los antecedentes de los ciudadanos, mejorando los controles de seguridad; para las aerolíneas una mayor eficiencia y un cambio más ágil entre los vuelos es beneficioso en términos de costos; para los viajeros esto genera la percepción de una mejor experiencia de viaje y para los proveedores de servicios en los aeropuertos se generan oportunidades de consumo

Migración Colombia, por ejemplo, puso a disposición diez máquinas Biomig en El Dorado para que los colombianos puedan ingresar al país sin hacer mucha fila. Así mismo, en Amadeus recientemente hicimos pruebas en el aeropuerto de Liubliana, Eslovenia mediante una aplicación móvil que capturó un ‘selfie’ del pasajero junto a su foto de pasaporte y tarjeta de embarque, la prueba piloto de embarque por análisis biométrico, registró tiempos reducidos hasta de 75%.

Hoy más que nunca los aeropuertos deben estar dispuestos a modificar sus prácticas para ser más sostenibles con el ecosistema. Por eso alrededor del mundo se están tomando medidas como NetZero2050 iniciativa firmada por 194 aeropuertos de 24 países europeos para alcanzar cero emisiones de carbono en sus aeropuertos para el 2050. O en Colombia, donde El Dorado anunció la instalación de más de 10.000 paneles solares que formarán el sistema fotovoltaico más grande de América Latina.

Estas son herramientas que, aunque parezcan muy avanzadas para pequeños aeropuertos pueden ser muy efectivas para mejorar y agilizar procesos. Se debe tener en cuenta que las nuevas generaciones serán los primeros en juzgar la facilidad de embarque, la seguridad y sostenibilidad de los terminales aéreos. Considerando que para el próximo año las nuevas generaciones representaran casi 50% de compradores de viajes según Boston Consulting Group, esto hace aún más importante que los aeropuertos se adapten a sus necesidades de innovación digital.