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A medida que se calienta el debate electoral en Estados Unidos, comenzamos a ver una tensión que se hace cada vez más explícita: los jóvenes vs los mayores. Aunque no llega a los niveles de América Latina, Estados Unidos es un país con mayoría de jóvenes. El 66% de la población es menor de 50 años. Sin embargo, en las últimas elecciones presidenciales, todos los candidatos han pasado los 70 años. Mucho se habla de la capacidad física y mental de los senadores que superan los 90 años. Si en las próximas elecciones los candidatos fueran Trump y Biden, ambos de más de 78 años, representarían realmente en cuanto a edad sólo a 2% del país.
Las generaciones X, Y y Z miran con recelo a los llamados ‘baby boomers’, una generación que vivió la época dorada de la post guerra norteamericana y que ha tenido muchas ventajas en el acceso a la universidad, en la vida laboral y ahora en su retiro. Es una tensión que también se ha vivido por momentos en Latinoamérica y que vemos crecer a medida que la brecha entre los jóvenes y los mayores implique tomar decisiones sobre el sistema de salud, las pensiones o los impuestos.
Pero la edad parece no ser la única forma de polarización que vive Estados Unidos. Entre los más jóvenes está naciendo una brecha que vale la pena analizar. Un estudio reciente de la Universidad de Michigan reveló que entre los estudiantes de último año de secundaria se vive una polarización política basada en el género. Mientras los chicos se aferran más a las visiones conservadoras, las chicas lideran la bandera del liberalismo. Un 23% de los hombres en último año de colegio se identifican como conservadores (hace 20 años era 17%).
En el caso de las mujeres, 30% de identifica como liberal (hace 20 años era sólo 19%). Más de la mitad, tanto en hombres como en mujeres, prefiere no revelar su partido o declarar una inclinación política. Esto es particularmente cierto en los hombres. Ahora, algo muy interesante es que, hasta la década de los 80s, tanto chicos como chicas tenían igualmente visiones liberales. Para los analistas, el gobierno de Trump y las recientes decisiones en temas como el aborto han impulsado a las mujeres a tomar una posición política y, en la mayoría de los casos, más hacia el liberalismo.
América Latina podría estar afrontando algo parecido. En un estudio reciente sobre los jóvenes de 16 a 25 años desarrollado por DDB en México, del cual participé de su diseño y análisis, arrojó resultados similares que igualmente llamaron mucho nuestra atención. Un 24% de los hombres jóvenes mexicanos dice ser de derecha vs un 12% en el caso de las mujeres. Las visiones tradicionales y estereotípicas de género, por ejemplo, mostraron grandes diferencias. Por ejemplo, ante la afirmación de “una de mis metas en la vida es casarme”, 56% de los chicos estuvo de acuerdo vs. 44% de las chicas. Y ante la frase “tener hijos es una meta fundamental para mi vida”, los hombres jóvenes estuvieron de acuerdo en 50%, mientras que sólo lo estuvo 34% de las mujeres.
Así que no es exagerado decir que, a la polarización intensa que hemos vivido en los últimos años, le nacen nuevas aristas. La edad o el género podrían sumar o cambiar las visiones sobre cómo hemos interpretado esa polarización. Será interesante analizar resultados electorales en el futuro con estos ángulos.