El legado feminista, en peligro

El Siglo XX fue testigo de un avance significativo en los derechos y logros de las mujeres en todo el mundo. En el marco de la lucha por la igualdad de género, se alcanzaron importantes hitos que permitieron a las mujeres acceder a oportunidades y romper barreras que durante siglos les habían sido negadas.

Sin embargo, estos logros históricos están siendo desdibujados por los nuevos movimientos feministas. En el caso de Colombia, es importante reconocer los avances alcanzados y cómo estos han contribuido a la transformación de la sociedad.

Colombia promovió la igualdad de género y se establecieron leyes y políticas para garantizar la participación de la mujer en diversos campos. Uno de los logros más destacados fue el derecho al voto. En Colombia, las mujeres obtuvieron este derecho en 1957, durante la presidencia de Gustavo Rojas Pinilla. Esta conquista permitió que las mujeres pudieran participar activamente en la toma de decisiones del país.

El reconocimiento del derecho de las mujeres a poseer bienes a su nombre fue otra significativa conquista. en la década de los 60, se promulgó una ley que permitió a las mujeres casadas adquirir bienes y propiedades sin la necesidad del consentimiento de sus esposos. Aunque parezca increíble, una mujer si heredaba un bien, pasaba a nombre de su cónyuge porque ella no podía administrar los bienes. Este avance contribuyó a su autonomía financiera y fortaleció su posición en la sociedad.

Además, en el ámbito laboral, las mujeres lograron avances importantes. Durante la presidencia de Alfonso López Michelsen, se promulgó una ley que estableció la igualdad de salarios entre hombres y mujeres por trabajo igual.

En cuanto a la educación, el Siglo XX también presenció una ampliación de las oportunidades para las mujeres. Durante el gobierno de Belisario Betancur, se promovió la igualdad de acceso a la educación, lo que permitió que más mujeres pudieran acceder a la universidad y desarrollar sus capacidades intelectuales. La lucha ha sido larga pero significativa, en occidente las mujeres cumplen un papel cada vez más importante y ya es normal el tenerlas de alcaldesas, gerentes y presidentes, con destacados logros en cada una de sus participaciones.

Sin embargo, en la actualidad, nuevos movimientos feministas están desdibujando estas conquistas históricas. Ciertos discursos y acciones extremistas restan importancia a los avances alcanzados y generar polarización en la sociedad; en su afán de igualdad, estos movimientos buscan romper la identidad y las experiencias únicas de las mujeres.

No es cierto que promover la igualdad de género implica adoptar características y roles tradicionalmente asociados con los hombres, negando así la diversidad y riqueza de la feminidad; la radicalización ha llevado incluso a intentar quemar iglesias o agredir cualquier figura masculina que aparezca como ocurrió en Barcelona, Ciudad de México o Bogotá.

Es fundamental reconocer y valorar el camino recorrido en las luchas femeninas y Colombia no ha sido ajeno a estos logros históricos. Es por ello por lo que el diálogo debe seguir siendo constructivo y respetuoso sobre los nuevos desafíos que enfrenta el movimiento feminista en la actualidad. De lo contrario solo serán recordados como un movimiento absurdo del S. XXI que opacó una lucha de siglos.