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ANALISTAS 19/07/2024

La salud mental no discrimina

Juan Manuel Nieves R.
Estudiante de Comunicación Política
JUAN MANUEL NIEVES
La República Más

En Colombia, la salud mental sigue siendo un tema envuelto en tabúes y estigmas. A diferencia de países como Argentina o Estados Unidos, donde buscar ayuda psicológica o psiquiátrica está cada vez más normalizado, en nuestra sociedad persisten prejuicios que dificultan el acceso a la atención que muchos necesitan.

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la tasa de suicidios en 2020 fue de 5,52 por cada 100.000 habitantes. Estos datos reflejan una creciente crisis de salud mental que no puede ser ignorada. La depresión, la ansiedad y otros trastornos mentales son problemas comunes que afectan a una gran parte de la población y que en el país suelen pasar desapercibidos.

En Estados Unidos, aproximadamente 19,1% de los adultos han recibido tratamiento de salud mental en algún momento de sus vidas. En España, la consulta con psicólogos es una práctica habitual y socialmente aceptada. Esta normalización permite que las personas busquen ayuda sin sentirse juzgadas, reduciendo así las barreras para acceder a los servicios de salud mental.

Sin embargo, en Colombia aún persiste el estigma asociado con buscar ayuda psicológica o psiquiátrica. Términos despectivos como “loquero” perpetúan la idea errónea de que solo las personas “locas” necesitan atención profesional. Esta percepción no solo es incorrecta, sino también peligrosa. La salud mental no discrimina y puede afectar a cualquier persona, independientemente de su condición social, económica o cultural.

Las pérdidas de familiares, los períodos de crisis o las rupturas sentimentales son situaciones comunes que pueden desencadenar problemas de salud mental. Enfrentar estos eventos sin el apoyo adecuado puede llevar a consecuencias graves; buscar ayuda profesional es un acto de valentía, no de debilidad.

Los psicólogos y psiquiatras son profesionales que han dedicado años de sus vidas a estudiar y entender el comportamiento humano. Su objetivo es ayudar a las personas a encontrar soluciones a sus problemas emocionales y mentales. Estos profesionales merecen respeto y reconocimiento por el trabajo que realizan. La idea de que solo las personas “locas” necesitan ayuda debe ser reemplazada por la comprensión de que todos podemos necesitar apoyo en algún momento de nuestras vidas.

En 2020, 4,7% de los colombianos reportaron sufrir algún tipo de trastorno depresivo. Sin embargo, la falta de acceso a servicios de salud mental y el estigma asociado impiden que muchas personas busquen la ayuda que necesitan. Además, como suele ser un problema oculto, las estadísticas pueden variar significativamente. Países como Rusia, India y Groenlandia presentan altos índices de suicidio y depresión, pero se debe considerar que allí el manejo de las estadísticas es riguroso.

Es momento que se comience a valorar la importancia de la salud mental en el mismo nivel que la salud física. Los trastornos mentales no solo afectan la calidad de vida de los individuos, sino que también tienen repercusiones en sus familias, comunidades y en la sociedad. La falta de atención a la salud mental puede resultar en una disminución de la productividad, un aumento en el uso de servicios de salud.

Colombia necesita incluir campañas de concientización para reducir el estigma asociado con la búsqueda de ayuda psicológica o psiquiátrica. Además, se deben aumentar los recursos destinados a la formación y contratación de profesionales de la salud mental, asegurando que todos los colombianos tengan acceso a servicios de calidad. Una ayuda a tiempo salva vidas.

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