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Causó revuelo en distintas partes del planeta la victoria de la derecha en Italia, por primera vez desde la segunda guerra mundial gana una ideología complaciente con la dictadura que tuvo dicho país durante la guerra.
La vuelta de estas ideologías en Europa es un campanazo de alerta para diversos países, en primer lugar, recoge el descontento social post pandemia, en donde a pesar de los esfuerzos la economía se vio fuertemente afectada y la inflación a nivel mundial sigue galopante, la segunda razón es que el sistema actual no ha sabido responder a las necesidades cambiantes de la sociedad, entre la inmigración, la falta de empleo juvenil y el tormento de casi todas las sociedades: la desigualdad.
Adicional a los anteriores aspectos hay uno que ha está retando a gran parte de la sociedad: la inclusión forzada. Dicha política “progresista” busca incluir en todos los aspectos de la vida diaria a personajes determinados por su orientación sexual o su raza, al punto de ser una ventaja competitiva en la consecución de un empleo o el figurar en una película. Esta estrategia no está resultando como se esperaba, más allá de vulnerar historias o tradiciones como en el caso del Aquiles afrodescendiente, la inclusión forzada le ha generada bastantes pérdidas a la industria cinematográfica, y en el día a día puede estar generando el efecto contrario en la sociedad, incluyendo el rechazo.
El problema arranca cuando a quien no le gusta una película “incluyente” o una política pública donde priorice a dichas minorías es tildado automáticamente como homofóbico o racista. El ataque del punto de vista contrario polariza y genera resentimientos que pueden desembocar en apreciar ideologías extremas como el fascismo o el comunismo. Después de la cruenta experiencia en el siglo XX ¿es realista pensar que dichas ideologías pueden volver?
La ola socialista en Latinoamérica es una respuesta, en los distintos países sin importar su riqueza las trasnochadas ideas del comunismo se han vuelto a poner en boga; los países reclaman una redistribución de los ingresos y por razones que vale la pena estudiar con detenimiento el capitalismo dejó de ser atractivo en distintas partes del planeta, ya historiadores como Yuval Noah señalaban que al liberalismo clásico le hacía falta refrescar sus ideas y afianzarse en la juventud.
Por lo tanto, la vuelta de ideologías que se creían superadas pueden estar a la vuelta de la esquina, todo el ataque que se recibe de corrientes progresistas junto con el dramático fenómeno de inmigración, las protestas violentas de unos pocos y la crisis económica que no amaina puede traer de vuelta el afán por el orden y con ella las dictaduras, el mundo ya pasó por toda esa espiral de violencia pero parece que los gobiernos no supieron dar respuesta a las inquietudes de la sociedad en un mundo con la prosperidad más grande en su historia, el fascismo y el comunismo son una realidad con otros nombres, que ya se ven muy difíciles de combatir.