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ANALISTAS 10/08/2024

Dos años restando y dividiendo

Juan Pablo Liévano Vegalara
Exsuperintendente de Sociedades

Cumplió dos años el Gobierno del cambio. El balance es negativo, pues las operaciones matemáticas del Gobierno son restar y dividir. Lo más grave es la crisis de orden público, consecuencia de la política de paz total. En dos años, el Estado retrocedió significativamente en el control territorial, lo que ha facilitado el crecimiento de los grupos armados ilegales. Según los datos del Ministerio de Defensa, los cultivos de coca han llegado a 246.000 hectáreas, la extorsión ha aumentado 29% y el secuestro 70%. Como dirían, volvimos al pasado, con todo lo malo que esto significa para la tranquilidad y el bienestar de la ciudadanía. El Gobierno saca pecho por las incautaciones récord de cocaína, lo que se explica simplemente por una mayor área cultivada y haber renunciado a una interdicción seria de los cultivos ilícitos.

Otro aspecto negativo de la gestión del Gobierno es el desempeño económico. La economía en 2023 creció 0,6%. Para 2024, se espera un crecimiento de alrededor de 1,5%, muy por debajo de las necesidades para la erradicación de la pobreza y mejorar el bienestar de la ciudadanía. Lo trágico, sin embargo, es el desplome de la inversión privada como porcentaje del PIB, la cual se ubicó en niveles de 2005, con una caída de -24,8% en 2023 frente a 2022. Esto es el resultado de la desconfianza de los inversionistas, dada la polarización, la inseguridad física y jurídica, y las malas políticas que quiere implementar el Gobierno, consecuencia de su dogmatismo e ideologías de izquierda. Son tan dogmáticas, erráticas e imprácticas las posturas del Gobierno que, por ejemplo, se prohibió la firma de contratos de exploración y explotación de petróleo y gas. Esto implicará la importación de gas, con todo lo malo que significa para los usuarios y el país.

Aunado a todo lo anterior, las cuentas fiscales no cuadran. El Gobierno no sabe de austeridad, por lo que se ha dedicado a gastar, sobre todo en subsidios para alinear apoyos y en gastos inanes de funcionamiento. Tampoco salió bien la reforma tributaria, que era inconveniente y contenía varias previsiones ilegales, pues significó un golpe al sector productivo, con la consecuente reducción del recaudo. Ahora, en el nuevo presupuesto, el Gobierno vuelve y hace cuentas alegres de recaudo y pretende, de manera irresponsable, gastar más en funcionamiento, con un recorte importante en los presupuestos de inversión, para lo que buscará aumentar los impuestos.

Los otros lunares son el deficiente funcionamiento y ejecución, y los escándalos de corrupción, de ciertas entidades, dada cuenta la inexperiencia y dogmatismo de los funcionarios, la falta de control y coordinación y hasta los mismos deseos de sacar adelante las reformas, incluso corriendo las líneas éticas. En síntesis, el Gobierno lleva dos años restando y dividiendo, sembrando y cosechando inseguridad, temor, corrupción, finanzas públicas desfinanciadas y un pobre desempeño económico.

Hasta ahora, las instituciones y los ciudadanos han resistido los embates de las malas políticas públicas, la polarización y la desinformación. Quedan aún dos largos años, en los que el Gobierno profundizará las restas y divisiones, por lo que será obligación de la ciudadanía hacer causa común para impedirlo.

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