ANALISTAS 20/02/2025

Que lleguen al país

Quizás más importante que conocer la historia de las diferencias entre Santander y Bolívar, es especialmente relevante para un jefe de Estado dimensionar los impactos que los pronunciamientos apresurados generan en el bolsillo de la gente. Recientemente, el presidente ha propuesto que todos los connacionales regresen al país. Si bien se valora su iniciativa de motivar el regreso a Colombia de nuestros compatriotas, esta propuesta carece de oportunidades concretas para ellos y, en especial, desconoce la importancia de las remesas para el país.

Si nos enfocamos en el primer frente; el de las oportunidades, no tardaríamos mucho en concluir que en diferentes momentos el Gobierno ha evidenciado su incapacidad para atender problemáticas estructurales como el desempleo. Revisando las últimas cifras disponibles la tasa de desempleo del país y apelando a los análisis de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, Ocde, Colombia se sitúa en el segundo país con mayor desempleo con una tasa promedio de 2024 de 10,2%, lo que significa dos cosas: la primera, es que cerca de 2,3 millones de colombianos padecen esta situación; y lo segundo, es que el país no ha logrado políticas efectivas para la reducción de este problema estructural. Esto anterior sin mencionar en términos de oportunidades para retornados en materia de emprendimiento o acceso al crédito que el panorama se recrudece.

En otro sentido, si el foco de análisis es la importancia de las remesas para el país, basta con mencionar que en 2024 llegaron más de US$11.800 millones por este motivo. Cifra que supera la Inversión Extranjera Directa, IED, en cerca de US$1.000 millones. Al consultar en el Banco de la República el dato de remesas 2024 con destino departamento de Antioquia, la cifra supera los US$2.000 millones. Si se multiplica esta cifra por un dólar a $4.000, significaría que al departamento llegaron más de $8 billones, lo que representa que solo por remesas los recursos que llegan son muy superiores al presupuesto de la Gobernación de Antioquia. Esto sin pensar que en municipios del departamento como Donmatías las remesas son fundamentales derivado de las colonias emigrantes establecidas en muchas partes del mundo y en especial en Estados Unidos que han sido ejemplo de tenacidad, emprendimiento, resiliencia y soporte de calidad de vida para sus familiares en el municipio, además de favorecer la dinámica del territorio. Bien puede extenderse este ejemplo a otras latitudes del país como el Eje Cafetero, entre muchos otros.

Las cifras como pueden verse evidencian una dinámica de país que no logra concretar oportunidades en múltiples frentes para las personas, situación que los lleva a emigrar buscando oportunidades en especial de generar ingresos o formarse. Según las cifras del Ministerio de Relaciones Exteriores, hoy cerca de 4,7 millones de colombianos viven en el extranjero, pero la cifra más alarmante es que entre 2020 y 2024, emigraron 1.807.921 colombianos, cifra que casi dobla la registrada para 2015 y 2019, años en los cuales emigraron 929.673 colombianos. Todos estos datos definitivamente tienen que ser la base para que el Gobierno siente cabeza y reoriente muchas de sus apuestas pues inquieta sobre manera que se intensificó la emigración de manera definitiva del país buscando nuevos horizontes.

Finalmente, es mi pretensión que se dimensione el impacto que tienen las remesas para el país, al tiempo que deseo que no nos hagamos falsas ilusiones de que los retornados al país encontrarán oportunidades concretas y rápidas cuando tenemos cerca de 2,3 millones de personas desocupadas y para igualar lo que significan las remesas para el país solo considerando el monto y no su efecto derrame deberíamos tener otro Ecopetrol. Más bien que el Gobierno revise sus políticas de estabilidad jurídica, tributaria y en especial la confianza para los inversionistas pues la Inversión Extranjera Directa, IED, está de capa caída y temas estratégicos como la seguridad energética están en mora de ser políticas de Estado y no de gobierno.

Gran parte de la caída de la IED está explicada por las dudas generadas en exploración petrolera y en general por el sector minero energético. A los cerca de 4,7 millones de colombianos que viven el extranjero mi reconocimiento a su tenacidad, que estén convencidos que gracias a ellos las cifras de pobreza del país no se han debilitado más, al tiempo que con sus remesas se han formado muchos de sus familiares, se ha dinamizado el sector inmobiliario y han surgido emprendimientos.

Tengan la certeza que a Colombia le vienen mejores momentos y surgirán escenarios propicios para la inversión y esta desatará oportunidades en múltiples frentes. Por lo pronto, que sus remesas LLEGUEN AL PAÍS.