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Frente a los Tratados de Libre Comercio (TLC) lo importante es la manera como se preparan los países para aprovecharlos. Al principio causa cierto desconcierto y temor la falta de información y preparación técnica y logística, sobre todo entre gremios y empresarios. Sin embargo, dentro de los procesos de globalización que experimenta la economía mundial, es cada vez más común y mejor preparada la respuesta de los interesados en sacarle provecho a las ventajas comerciales, para lo cual deberán estudiar las posibilidades con detenimiento.
La expectativa sobre este tema es grande ante la entrada en vigencia del TLC con Estados Unidos donde el sector agrícola será uno de los grandes protagonistas. Esto, gracias a que Colombia podrá vender, negociar y exportar innumerables productos, como frutas, hortalizas, tabaco y carnes, generando un mejor nivel de desarrollo económico y social para el campo.
Basta recordar que gracias a este acuerdo, los empresarios locales podrán colocar sus productos en condiciones preferenciales permanentes en el mercado más grande del mundo, con más de 310 millones de habitantes, un producto interno bruto superior a los US$15 billones y un producto per cápita cercano a los US$46.800.
Así las cosas, se hace inminente buscar soluciones biotecnológicas efectivas, sustentables y eficientes para alcanzar los objetivos de productividad en el campo. En nuestro caso, bajo el compromiso mundial que tenemos en Agrinos con la recuperación de los suelos y la sostenibilidad alimentaria, le apostamos a incrementar entre 25% y 40% la producción de cosechas en los próximos 10 años, apoyados en el uso de biofertilizantes y bioestimulantes de origen natural, amigables con el ambiente, pues cada vez más es necesario tener una mayor producción en el uso de los recursos de manera sostenible.
En Colombia la fase de desarrollo tecnológico y la validación comercial de la compañía, que inició en 2004, atiende a escala global cultivos como: soya para ensilaje con 39% de incremento en la producción, el maíz forrajero con 24%, en pastos con 20% en peso fresco y 32% en peso seco, el arroz con aumentos en la producción de entre 15 y 35%, además de sectores como el floricultor, que registraron incrementos muy destacados de entre 15% y 45% en producción y calidad con beneficios fitosanitarios, así como en el incremento de los nutrientes de los productos cultivados.
En tanto, en el sector forestal se destacan resultados en mayor porcentaje de germinación en 23% y disminución del ciclo de propagación. En tubérculos, como la yuca, Agrinos ha elevado los sistemas de propagación por yemas axilares: partiendo una planta de 4 meses es posible producir hasta un millón de plantas por año, favoreciendo el cubrimiento de grandes extensiones.
La necesidad de trabajar en este tipo de escenarios trasciende al TLC con Estados Unidos y debe ser una realidad ante futuros o nuevos tratados con potencias como China, donde sus crecientes necesidades de alimento deben ser oportunidades para nuestros mercados, que solo podrán responder con una producción cada vez más alta de alimentos de manera sostenible y sacando provecho de los terrenos dedicados para estos cultivos de manera renovable.
Consideramos, por lo tanto, necesaria la inclusión a gran escala de técnicas de producción que mitiguen el impacto ecológico de la actividad agrícola y de la biotecnología para incrementar la producción de alimentos y restaurar la biodiversidad de la tierra.
Se deberían atender estas alternativas, de no hacerlo dejará algunos aventajados en el negocio agrícola. ¡El reto está en nuestras manos!