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Analistas 05/07/2019

Hacia un “Broadway” criollo

Leonardo Gómez Jiménez
Profesor de Medios Digitales
Analista LR

Esta semana nos reunimos por primera vez en Bogotá, las escuelas y las universidades que ofrecemos programas de Teatro Musical en la ciudad, con el fin de crear una agremiación y juntar esfuerzos para fortalecer esta industria en el país.

En 2019, este género está cumpliendo 30 años. A diferencia de otros países latinoamericanos como México, Argentina o Brasil, donde desde los años setenta se empezaron a ver las primeras adaptaciones locales de clásicos anglosajones, en Colombia apenas en 1989 empezó a nacer tímidamente esta industria con “Sugar, el Musical” de María Cecilia Botero (la primera adaptación colombiana de un musical), y “Los niños se toman el mundo” de María Angélica Mallarino (la primera comedia musical original colombiana).

Hoy “Misi” es la marca más reconocida del teatro musical en el país, por su trayectoria de 30 años y por ser la única que ha mantenido una tradición con una temporada en cada navidad, además de una o dos más al año con clásicos de Broadway o títulos propios. Lo cierto es que estos espectáculos no están en cartelera más de un mes porque no hay público. Las funciones se llenan, pero apenas hay una audiencia en Bogotá que se calcula entre 25.000 y 35.000 espectadores.

Hace falta una cultura real de fanáticos del teatro musical en Colombia, que contribuyan a que sea financieramente viable mantener varios shows en simultánea en cartelera y en temporadas superiores a 30 días. Esto ocurre en Nueva York en la famosa zona de Broadway donde hay musicales que llevan no meses sino años en cartelera con lleno total, dentro de una oferta de más de 30 títulos de diferentes compañías. Madrid intenta lo propio en la “Gran Vía”.

Es un gran avance que por fin exista el teatro musical como carrera profesional de pregrado en Colombia en universidades como El Rosario, la Sergio Arboleda y El Bosque. Eso ayuda a que los jóvenes vean esta opción como su proyecto de vida y no solo como una afición. Los directores de las escuelas Misi, Deca Teatro, Fine Arts Bogotá, Pia Artes Escénicas, Stars, JN Producciones, y Arco Iris, junto con los representantes de estas tres universidades, iniciamos entonces una serie de reuniones, con las que pretendemos sentar las bases para la creación del gremio y evangelizar acerca del lenguaje del teatro musical, desde la formación de estudiantes, y con la producción de más títulos al año que estimulen el consumo de este tipo de contenidos.

En un país donde al competidor se le ve más como una amenaza que como un aliado, lograr ponerse de acuerdo las escuelas de gran trayectoria con las nacientes, es un paso enorme. Recordemos que el ruido que generó la llegada de McDonald´s a Colombia, no solo fue positivo para esta empresa sino que estimuló el consumo general de la categoría “hamburguesas” en todos los precios y presentaciones.

¡Que crezca la industria del teatro musical en Colombia! Es parte fundamental de la economía naranja y de un país con más opciones de cultura, educación y entretenimiento.

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