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Aquello que pasa en esos momentos que consideras ordinarios son los que determinan tu futuro. “Nos han enseñado a centrarnos en las grandes decisiones, en lugar de en los momentos en los que ni siquiera nos damos cuenta de que estamos haciendo una elección. No obstante, estos momentos ordinarios a menudo revisten mayor importancia para nuestro éxito que las grandes decisiones. Y no siempre es fácil apreciarlo”, asegura Shane Parrish en “Pensar con Claridad”.
Parrish es un ex analista de inteligencia militar canadiense convertido en un destacado experto en toma de decisiones y pensamiento crítico. Asegura que la mayor parte del tiempo no tienes conciencia de que en los momentos ordinarios tomas decisiones y que es la situación la que piensa por ti, de allí que estés convencido de que sean insignificantes. Pero la realidad es otra. Cada instante te pone en una posición mejor o peor para gestionar el futuro. Y esto es importante.
“Una buena posición te permite pensar con claridad en lugar de tomar una decisión impuesta por las circunstancias. Un motivo por el que los mejores del mundo toman buenas decisiones de manera recurrente es que rara vez dejan que las circunstancias les obliguen a adoptar una en concreto. No necesitas ser más inteligente que los demás para tener un mejor rendimiento que ellos si les sacas ventaja. Todo el mundo parece un genio cuando ocupa una buena posición, e incluso la persona más lista parece tonta cuando está en una mala” asegura el autor.
Pensar con claridad es la clave. Es el camino para posicionarte mejor. Es lo que te permite dominar las circunstancias. Poco importa en qué posición te encuentres ahora. “Lo fundamental es que logres mejorarla hoy. Cada momento ordinario es una oportunidad para forjarte un futuro más fácil o más difícil. Todo depende de si piensas con claridad o no” asegura.
Pero creer que para pensar con claridad solo es necesario desearlo, es un error. No es tan sencillo. No lo es por la “configuración predeterminada de tu cerebro”, tus instintos biológicos. Pero tampoco es imposible. Para Parrish son cuatro los condicionantes que te separan de hacerlo: la reacción emocional, el ego, la convención social y la inercia predeterminada.
“Una vez que hayas consolidado tus puntos fuertes y hayas gestionado los débiles, cuando logres imponer una pausa entre el pensamiento y la acción, podrás convertir el pensamiento claro en decisiones eficaces” y eso determinará tu vida. Este libro te enseña.