El Academy of Management y la innovación para el futuro

En 1936 los profesores William Mitchell de la Universidad de Chicago y Charles Jamison de la Universidad de Michigan se reunieron con una decena de académicos en el Quadrangle Club de la Universidad de Chicago. Como resultado acordaron fundar una asociación profesional a la que llamaron Academy of Management (AOM) con la meta de promover el avance del conocimiento y las relaciones de colaboración en el campo de la gestión y la administración.

Desde entonces el AOM ha experimentado un crecimiento sin precedentes, convirtiéndose en la sociedad más importante a nivel global con más de 20.000 asociados en 120 países de todo el mundo. Dada la gran cantidad de especialidades en el campo de la administración, se ha organizado en 26 divisiones y también se han desprendido seccionales regionales como la Iberoamerican Academy of Management para los países de nuestra región.

La AOM publica varias revistas académicas y de orientación profesional, organiza conferencias anuales donde se encuentran los profesores más importantes del mundo y brinda recursos, espacios de relacionamiento y oportunidades de desarrollo profesional a sus miembros. Su influencia e impacto en la investigación y la creación de redes de colaboración ha sido crucial para el progreso en el campo de la administración para todos los ámbitos, públicos y privados con o sin ánimo de lucro.

Este año la conferencia se realizó en su lugar de natalicio, en Chicago, con el eslogan innovar para el futuro. Entre la gran diversidad de temas hay dos que quiero destacar. El primero es un llamado para que en este entorno de competencia global con la revolución de las tecnologías digitales como la inteligencia artificial, se busque una innovación que más allá de las necesidades de generación de rentabilidad financiera, se enfoque en la sostenibilidad económica, teniendo como eje las decisiones que priorizan la creación de valor social.

Miremos este ejemplo que me gusta darle a mis estudiantes del Externado. Para asistir a la conferencia se puede comprar el tiquete más barato, que incluye tres escalas y dos largos días de viaje, o un vuelo directo, más costoso, pero que le da tiempo de calidad al profesor. La primera es una decisión de rentabilidad financiera y la segunda de sostenibilidad económica. La decisión automática tiende a ser la financiera, pero debemos procurar que este tipo de decisiones cuando se programen en IA prioricen la sostenibilidad económica.

El segundo tema que quiero compartir es la importancia hoy más que nunca de la innovación frugal. La innovación en esencia se presenta cuando creamos algo nuevo que tiene un uso generalizado, masivo, que es adoptado por las sociedades. Podemos diseñar carros eléctricos con ensamblajes complejos con muchos materiales que requieren acelerar la petroquímica y la minería de los metales raros esenciales para las baterías -esto sin contar con el aumento del consumo de diamantes industriales para el corte de metales con su oscuro mundo de explotación-.

Pero también podemos diseñar carros orientándonos en su funcionalidad, teniendo como objetivo reducir los costos de producción, no en mano de obra, sino en los materiales usados y en la complejidad de los artefactos necesarios, optimizando el uso de recursos. Esto es innovación frugal. Una de las investigaciones presentadas en la conferencia nos reveló que las empresas enfocadas en este tipo de innovación mejoran su desempeño, y esto depende de gerentes proactivos, con visión de largo plazo y sensibilidad para entender la diferencia entre rentabilidad financiera y sostenibilidad económica, que buscan como meta la innovación frugal para construir un mejor futuro.