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En Cali está sucediendo algo muy positivo, es una ola naranja que intenta transformar todo el talento de los caleños en oportunidades de emprendimiento, crecimiento económico y visibilización del patrimonio cultural inmaterial de la región. A partir de los logros obtenidos, la ciudad toma el color de las industrias creativas que impulsan el talento, los bienes y los servicios culturales.
Un ejemplo de esto quedó representado en el Informe sobre el Impacto Económico y Social de la 61 versión de la Feria de Cali, un reporte realizado por la Javeriana, Corfecali, y la Alcaldía de la ciudad. No solo se trata del impacto económico, $27 por cada $1 invertido, $411.000 millones que se quedan en casa, sino que hablamos de promocionar y visibilizar 6.110 artistas, 94% de ellos de las comunas de Cali.
Otro ejemplo que destaca en la programación de la ciudad, es el Festival Petronio Álvarez, con 22 años de existencia. El Petronio reúne el talento musical del pacífico y es punto de encuentro gastronómico y cultural imperdible para los caleños y para los seguidores de festivales y rutas turísticas en el país.
En la versión XXII de este evento se logró la participación de 431 músicos de la región y 174 invitados, y tuvo 360.000 visitantes. Además, generó cerca de 1.700 puestos de trabajo. Con un impacto económico atribuible al festival de unos $50.000 millones.
Estas experiencias fortalecen la ciudad como Distrito Especial, Deportivo, Cultural, Turístico, Empresarial y de Servicios, con las ventajas económicas de priorización de fondos especiales para el desarrollo de proyectos culturales que ya se empiezan a consolidar. En noviembre del año pasado la ministra de Cultura Carmen Vásquez anunció que Cali será en 2019 la sede del próximo Consejo Nacional de Economía Naranja, como un reconocimiento al talento y creatividad de la ciudad y del departamento.
Los resultados son evidentes en las cifras, pero de forma muy especial, ha sido una oportunidad de aprender, apropiar, valorar, reconocer la producción cultural de la región. Hemos visto crecer en los últimos años alrededor de estos eventos otros emprendimientos creativos, diversos espectáculos que exaltan la calidad de músicos, bailarines, cantantes y artistas del pacífico y del suroccidente.
Propuestas como Delirio, Ensálsate, Mulato Cabaret, Cabaret Salsa Show, y otras, son algunos ejemplos de ofertas que empiezan a crecer paralelas y con mayor permanencia durante todo el año en la ciudad.
El impulso al turismo, la generación de un ecosistema económico alrededor de las industrias culturales es una gran oportunidad para dar aire a la economía local.
Con todo este trabajo, Cali está recuperando el reconocimiento de capital cultural y deportiva que ostentó en la década de los setenta con una oferta amplia y de muy buena calidad; el Festival Internacional de Teatro De Cali, el Festival Internacional del Libro, el Festival de Danzas Folclóricas Mercedes Montaño, el Festival Internacional de Ballet, el Encuentro de Creadores de Jazz Fusión y Experimental, el Festival Internacional de Poesía, el Festival Mundial de la Salsa, el Petronio y la Feria de Cali como colofón, para una temporada de festivales que inicia en junio y llega hasta diciembre.
En proyección Cali está logrando hacer vida a la Economía Naranja a la que se apuesta como país. De seguir en el esfuerzo con el mismo ritmo y vigor, la ciudad podrá construir una agenda para el año completo, fortaleciendo el talento, las oportunidades económicas y un nuevo futuro para todos los caleños.
El ejemplo de Cali será muy importante para todo el país, para que la ola naranja impulse la economía nacional, dando nuevas perspectivas en una época de tu rismo, allí donde los bienes no solamente son económicos sino culturales.