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La ministra de Cultura, Angélica María Mayolo, le ha dado una dinámica muy positiva al Ministerio. Haciendo ese paso de la cultura hacia la economía naranja, implementado una de las estrategias que había señalado el Presidente Duque en su plan de gobierno. Hacer esa evolución en dicha cartera no ha sido fácil, pero se espera que puedan dejar muy tendidas las bases para esa dinámica tan importante que requiere el país para fortalecer el sector cultural, tan golpeado en la pandemia y para darle un horizonte más amplio y robusto de desarrollo.
La Economía Naranja tiene un potencial muy grande, porque se basa en la cultura y la creatividad de las personas, lo que puede beneficiar los territorios. Y gracias a esa posibilidad de combinación de esas ideas y la creatividad, se generan ya no productos como tales, sino servicios y más allá de ellos: experiencias. Que involucran mucho valor agregado. Gracias a ello se generan nuevos ingresos, empleo y riqueza. Así pues, la cultura más la creatividad, se convierten en vehículos generadores de riqueza para las comunidades y territorios.
La generación de ingresos gracias a la Economía Naranja es virtuosa por el potencial que produce al entrar en articulación con otros sectores económicos, pues se conjuga con gran octanaje de reproducción. Por ejemplo, un baile como expresión cultural puede jalonar la economía de un territorio gracias a la interacción con otros sectores, como son el de diseño gráfico, las confecciones, el hotelero, hasta video juegos, etc. Todo lo cual genera un círculo virtuoso de desarrollo de capital humano alrededor de las expresiones culturales.
La gran magia que tiene la Economía Naranja está fincada en la gente, en su capacidad de creación. Y así los territorios convierten una cultura en generadora riqueza sostenible. La cultura que históricamente se le veía como la cenicienta, la que siempre pasaba el sombrero por ser una generadora de gasto, se convierte en una fuente de riqueza para los territorios y comunidades. Por ello se afirma que la Economía Naranja es una estrategia de desarrollo de los territorios desde los talentos mismos de la gente, sobre la base que tiene en el patrimonio inmaterial.
Para 2021, Colombia cuenta con 16 productoras internacionales invirtiendo en nuestro país en servicios audiovisuales, en dónde se han generado, a través del rodaje de estas producciones audiovisuales, más de 3.400 empleos directos. Colombia, además, se ha fortalecido como un país que produce contenidos audiovisuales permitiendo que cada vez seamos más atractivos para la inversión internacional, según lo ha expuesto la ministra de Cultura.
La ministra Mayolo ha sabido despertar toda esta dinámica de la Economía Naranja, gracias a su gran calidad profesional, liderazgo y carisma humano. Muy especialmente por ese liderazgo que está ejerciendo desde las regiones. Desde sus trabajos en la Alcaldía de Cali, en Buenaventura en la Cámara de Comercio, desde el Instituto de Estudios Interculturales de la Javeriana Cali, y ahora como ministra de Cultura ha sido una líder que sabe hacerlo desde la gente, con la gente, desde los territorios acompañando a las comunidades. Es ejemplo nacional de gobernar desde las regiones.
Como ministra la doctora Mayolo le ha dado brillo al Gabinete Ministerial. Ha sabido darle capacidad ejecutiva a un ministerio que requería ir más allá del bien cultural y pensar en la Economía Naranja. Así pues, vemos como los nuevos talentos regionales dinamizan la gestión pública nacional, por ello hay que seguir apostando en la educación de alta calidad en las regiones, en donde se están formando profesionales con calidad humana, ética profesional y responsabilidad social, como es el caso de Angélica Mayolo.