MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Durante el gobierno Petro han sido frecuentes las críticas a sus altos funcionarios. En efecto, el gobierno tiene dos grandes problemas: La incapacidad para ejecutar y las dificultades para dialogar. Por ello, es justo también reconocer a aquellos que han hecho la tarea de manera eficiente y dialogal. Quisiera resaltar dos: La ministra de Educación, Aurora Vergara, y el exdirector de Planeación Nacional, Jorge Iván González. Ambos han llevado con éxito el cambio de paradigma del Gobierno del Cambio. Y lo han hecho eficiente y dialógicamente. Demostrando que, sin renunciar a los propósitos superiores, un gobierno de izquierda puede, cuando se hace con tacto, experiencia, apertura y en colaboración con otros, ser exitoso.
La ministra Aurora no se dejó arrasar por los fundamentalistas del gobierno que querían cambiar de la noche a la mañana todas las cosas desconociendo los aprendizajes y logros en el sistema educativo. Supo que para impactar mejor al sector era necesario redireccionar, pero reconociendo lo bueno existente. Y, de otra parte, supo darle un compás de espera al proyecto de ley estatutaria de educación, para así, luego de haber dialogado con todos los actores, presentarla en el Congreso.
Así, pues, releyendo creativamente la tradición y las esperanzas de cambio, logró concretar una propuesta de reforma, que seguramente todavía hay que hacerle más ajustes. A su vez, en el corte de cuentas de ejecución presupuestal, el ministerio fue una de las entidades que logró mostrar un buen dinamismo. Aurora es una persona de altísima valía profesional, y, lo que es más importante, de una excelente calidad humana, que podrá hacerle mucho bien al sector educativo.
Otro funcionario que también lo había logrado era Jorge Iván González quien con una carrera muy importante en el mundo académico y social había llegado en la madurez a la dirección del Planeación Nacional. Sacó adelante el plan de desarrollo, “Colombia Potencia Mundial de la Vida”, con la metodología novedosa de los diálogos territoriales que, si bien no fueron tan ordenados ni efectivos, sí le dieron una transformación a la manera de construir los planes. Pero parece que el Gobierno ha caído en una crisis de paranoia, y decidieron hacer una “purga” y sacaron a Jorge Iván por no dejar pasar por encima de la normatividad del presupuesto nacional.
También le endilgaron que seguía trabajando con la tecnocracia. Les duele conectarse con lo que se venía haciendo en gobiernos anteriores, pero la realidad es que había compromisos de la Nación, que están por encima de los gobiernos particulares. En un país con tantas necesidades hay que conjugar debidamente lo político con lo técnico, pero buscando la mejor combinación de ambos, pues de lo contrario caemos en el peor de los mundos: el populismo. Muy triste que el gobierno muestre esta incapacidad de diálogo con lo técnico, lo académico, lo serio. Y termine echando a uno de los mejores funcionarios del equipo de gobierno, alargando la lista de José Antonio Ocampo, Alejandro Gaviria, Cecilia López… ¡Qué pesar!
Así, pues, eficiencia y diálogo con todos los actores son dos claves para que los funcionarios logren éxitos, esperar que los restantes los pongan en práctica.