Ella es global

La semana anterior se desarrolló en Medellín el foro internacional She Is Global 2024, considerado el evento más importante sobre equidad de género en América Latina. Las actividades propuestas en dicho foro fueron coincidentes con la máxima festividad que tiene el distrito en materia cultural, de folclor, recreación y rumba: la Feria de las Flores. Una vez terminada la semana, puede señalarse que el balance de ambos eventos es positivo. Estas líneas procuran resaltar lo vivido en el recinto de Plaza Mayor, durante los días 8 y 9 de agosto.

Como se sabe, el tema de equidad de género quedó inserto en la Agenda 2030, como una de las prioridades que tiene la humanidad. En algunas sociedades más que en otras, se trata de una deuda pendiente en la que no se han logrado varias de las metas que contiene el quinto Objetivo de Desarrollo Sostenible. Sin embargo, llevar a Medellín un foro como el mencionado es coincidente con avances significativos en una ciudad y, en general, en un país que, como Colombia, tradicionalmente han castigado a la mujer y su participación en las actividades de la cotidianidad social y laboral.

También la nación colombiana es muy diferente a la del siglo XX, que se caracterizó por el machismo y la exclusión. A pesar de mantener aún el rezago y notar que las brechas son realmente difíciles de reducir, la participación femenina en múltiples sectores se ha incrementado notoriamente. En parte, esa es una de las conclusiones a las que se llegó en las conversaciones del foro internacional. Esto, no obstante, se contradice con otras situaciones en las que pervive el maltrato y la exclusión.

Un caso interesante para resaltar, y que se publicó hace algunas semanas por diversos medios como resultado de la Encuesta Nacional de Equidad, Diversidad e Inclusión 2024, aplicada desde la Andi (a 172 empresas de todos los sectores), denota un ascenso significativo de la participación femenina en cargos de primer nivel gerencial en los últimos cuatro años.

Las cifras se compadecen con las demandas del ODS y el llamado de la Ocde para que esto se dé, pasando de una participación de 34% en 2019 a 42% en 2023. Esto, aunque no sucede en los cargos de segundo nivel directivo, donde el porcentaje particularmente se redujo nueve puntos porcentuales, sí se relaciona con un aumento de 44% a 48% en el mismo periodo para cargos directivos de tercer nivel. También la encuesta reflejó un aumento de la mano de obra femenina (cargos operativos) de 35% a 43%. Es satisfactorio, además, señalar que en un comparativo regional, Colombia está por encima del promedio, con directivas de alto nivel organizacional en 26%, sobre 22% que refleja América Latina.

Esta columna acoge las palabras de apertura del foro She Is Global 2024 ofrecidas por el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y el gobernador de Antioquia, Andrés Rendón y de otras influyentes personalidades. Fueron coincidentes en la necesidad de priorizar la ruta hacia el empoderamiento de la mujer y su constante protección. Las sociedades contemporáneas debieran realmente obsesionarse con la comprensión de ello y su puesta en práctica.

Si bien los Gobiernos son los principales responsables de la protección, a todos nos concierne pensar en estrategias constantes para el empoderamiento femenino. Entre tantos avances es grato notar cómo, por ejemplo, las universidades cuentan cada vez con mayores tasas de matriculación femenina.