Analistas 24/02/2025

A Dios rogando y con el mazo dando

Luis Guillermo Echeverri Vélez
Ganadero, Abogado y Economista Agrícola
Luis Guillermo Echeverri Vélez

Señores, lo que vivimos es un atraco al Estado de parte de la criminalidad que llegó al poder. Y nadie hace nada para detenerlos.

Para contrarrestar lo que le pasa al país hoy, hay que entender que hay que plantear y llevar adelante un combate contra las organizaciones criminales y la corrupción política que las patrocina, promueve y ayuda a cometer todo tipo de delitos, violaciones y destrucciones. Y ese combate permanente tiene que darse en dos planos: El digital y el territorial o físico, y tiene que ser antes de que se tomen las ciudades que es lo que está por ocurrir.

Le rogamos al gobierno de 2018 a 2022 que continuara con el modelo de “Centro de Control o War-Room Digital” que se montó durante la campaña, y que lo fortalecieran con recursos y nuevas herramientas para defender la democracia y combatir la corrupción. Pero les dio miedo de la crítica mediática. Les rogamos fortalecer la comunicación digital, pero fue en vano.

Les rogamos nos ayudaran a hacerlo desde el sector privado, no quisieron. Tratamos en tres oportunidades de que los empresarios se unieran a patrocinar un equipo y una comunicación digital bien estructurada basada en la experiencia de 2018, pero no nos quisieron hacer caso.

Cuando Petro y Bolívar incendiaron el país, con la misma metodología de los disturbios chilenos y quisieron bajar a Duque del poder, insistimos, pero no quisieron escuchar. Salió Bolívar en YouTube a mostrar dos celulares y a decir que con esas dos ametralladoras iban a tomarse el poder. Y miren bien a dónde van esos facinerosos con su engaño populista del cambio y la paz total. Aterrorizaron al país, dejaron pasar un año y se treparon al poder.

¿Culpa de quiénes? Pues de los que no fuimos capaces de defender la democracia y hoy solo lloramos todo el día como nenas. En 2021 le presentamos toda la evidencia digital de la autoría dolosa y delictiva de lo ocurrido en la primavera de 2021 a las ÍAS y nada, no pasó nada, nadie los quiso investigar y menos procesarlos. En 2021 no se tomaron el poder a las malas por lo mediocres que son ellos, no porque el Estado se los impidiera. No los combatimos. Pero luego fuimos tan bolsones de entregarles el poder voluntariamente y por las buenas sabiendo que eran criminales y que estaban delinquiendo.

Petro subió al poder porque la estupidez y la arrogancia de nuestra clase dirigente pública y privada superó nuestra mediocre incapacidad de exigirle a la justicia, al parlamento y al gobierno para que obren legalmente. Y eso explica por qué no somos capaces de manejar nada político adecuada y efectivamente y quedamos a merced de la prudencia acobijada en lo políticamente correcto. Nos comió el individualismo, la egolatría, la actitud cobarde, medrosa, timorata, solapada y pusilánime que nos caracteriza.

Si estoy mintiendo en algo, que alguno me desmienta.

Y les digo que el daño es tan profundo, que no podemos seguir mintiéndonos a nosotros mismos, con la misma disculpa del borracho que siempre recurre a la negación y al autoengaño y cada viernes recae ante la copa.

Este país solo se arregla sin conformismos y con determinación de lucha frontal y unificada, y eso por aquí escasea. No le sigamos cargando los muertos a la democracia cuando las Fuerzas Armadas hasta ahora solo han dado la vida para defendernos.

La grave problemática colombiana solo se conjura; en el plano digital poniendo un gran equipo de nuestros mejores hombres y mujeres a defender la democracia con todas las herramientas que existen en la tecnología de punta actual y metiéndole mucho billete. Y en el plano real o físico, con una fuerza armada totalmente desvinculada del narcotráfico que les de bala como ellos le dan a la ciudadanía y al Ejército y la Policía, y con inteligencia y capacidad táctica que logren apretarlos de manera que entre las propias organizaciones criminales se den bala en su disputa por el control de los territorios.

Otra cosa que aquí no hay. Y nadie está planteando soluciones. No más experimentos fallidos de paz como los de Belisario, Pastrana y Santos. Eso no es viable. Seamos realistas, solo nos queda como al novillo de los jueves en los pueblos, esperar atados al cepo y maniatados a que todo esté totalmente destruido y descuartizado, como ya pasó en Cuba, Venezuela y Nicaragua. Solo ahí nos veremos obligados a empezar a montar una resistencia civil, que quien sabe si ya sea una reacción muy tardía.

No pensemos señores que los gringos ni nadie va a bajar de los cielos a hacernos el favor de ayudarnos a solucionar los problemas de nuestra sociedad, del país y del Estado. Ni esperemos que nadie nos vuelva a colaborar, hasta que le demostremos al mundo con acciones ante el gobierno destructor y las organizaciones narcoterroristas que efectivamente estamos dando una lucha abierta como lo ha tenido que hacer la gran mayoría del pueblo ucraniano. De lo contrario, no nos van a volver a creer nada, y simplemente no tendremos como encajar lícitamente en la lista de las prioridades de las democracias occidentales.