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Lo que acontece y acontezca en estas semanas en materia geopolítica deben ser materia de preocupación y mucha atención.
A pesar de la alianza de conveniencia parcial y temporal de China y Rusia en algunos aspectos que por temas estratégicos se evidencia en campos como el minero-energético, monetario, una tácita complejidad con relación a la invasión y los ataques viole tos a Ucrania, las relaciones con la India como el gran gigante dormido, etc.; hoy China apoya a USA en la protección a Israel.
Ello tiene muchas connotaciones, pues en la puja por la predominancia tecnológica en un mundo interconectado, que se centra entre el poder establecido y el emergente, a ninguno de los dos le conviene que avance el terrorismo, y menos a manos de Estados no alineados a sus intereses globales.
Es claro que los Estados Unidos y China reconocen que Rusia trata de ganarse un lugar en ese círculo de los súper poderes, y que para ello se vale de afectar otras naciones alimentando populismos narco socialistas.
Rusia sabe que no puede atacar directamente a ninguna de las dos grandes potencias y por tanto viene utilizando la afectación a Europa (Otan) por medio de su ataque a Ucrania, y aliándose con Irán y con Pakistán en materia armamentista.
Entre tanto, China sabe que no se debe permitir que uno de estos dos extremistas y aliados rusos utilicen una arma nuclear contra Israel, pues eso puede estropear el camino expansionista de sus planes futuros que lentamente encuentran como presionar física y económicamente y ganar terreno en Taiwán, el Mar del Sur de China y consolidar su sistema mixto de capitalismo controlado, en la hasta hoy rebelde y revoltosa Hong Kong.
Entre tanto Rusia directamente y por medio de Cuba, Venezuela, y las relaciones entre grupos terroristas al servicio del fundamentalismo y sus relaciones con el terrorismo latinoamericano (ELN, Farc-EP) etc., sigue minando terreno político en las Américas y maleando digitalmente la región con estrategias digitales que provocan manifestaciones violentas e inestabilidad, y financiando planteamientos de políticas narco-socialistas de diversas formas.
Un punto crítico es el Canal de Panamá, y Estados Unidos aún está dormido con relación a lo que viene ocurriendo en ese país bisagra que hoy es el foco de las acciones terroristas que alientan disturbios sociales y promueven el populismo.
Colombia está siendo atacada por dentro y sitiada por sus fronteras, siendo el caso de la nación vecina muy delicado y algo en donde curiosamente está metido el vergonzante aliado de Petro y las Farc, Juan Manuel Santos, quien con sus consejeros personales colombianos y en España, con su participación en el grupo de Puebla y con su careta de Premio Nobel de La Paz, está preparando el terreno para apoyar la entrada del Socialismo del Siglo XXI al gobierno que controla en Canal, con lo cual Rusia estaría ganando una posición estratégica al estar detrás de la creación de conflictos en zonas estratégicas del mundo para ir así causándole un grave problema a los Estados Unidos y ganando una posición futura frente a China, algo que sin duda afecta los planes expansionistas político-tecnológicos de largo plazo de la China imperialista, que ya empezó a criticar públicamente las debilidades de los gobiernos latino americanos que hoy controla el socialismo del siglo XXI.
Recordemos que Rusia y su comunismo tienen otra forma, esclavizan empobreciendo y degradando naciones mientras participa en el negocio del narco tráfico y el dinero ilegal, que aunque no les convenga la legalización de las drogas alientan a los que la promueven sin saber realmente de que hablan. Y de otro lado China no se puede dar el lujo de hablar de ilegalidad pues perdería el Estado su control sobre las libertades y la expansión de su capitalismo social controlado como sueño chino de un nuevo orden global apalancado en la tecnología.
