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Analistas 16/03/2023

¿Potencia mundial de la vida?

Manfred Grautoff
Consultor de seguridad nacional

‘Potencia mundial de la vida’ es el pomposo nombre del Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno del pre- sidente Petro. No obstante, la meta de este plan es reducir la tasa de homicidios por 100.000 habitantes, de 25,9 a 24,4. Un pírrico descenso del principal indicador de la seguridad de los colombianos.

Esta meta seguramente viene, de una medición realizada en la Dirección de Justicia, Seguridad y Defensa del Departamento Nacional de Planeación, donde lo más probable es que elaboraron un modelo estadístico para medir la trayectoria de la tasa de homicidios y proyectaron su valor a cuatro años.

Por supuesto, los técnicos no tienen la culpa. El problema es que, al modelo estadístico, no se le puede incorporar una política de reducción de homicidios, porque este Gobierno no tiene estrategias para proteger la vida de los colombianos.

Basta mencionar que el Ministerio de Defensa no ha elaborado ninguna de las políticas de seguridad, que requiere el país. Mientras, en la Presidencia de la República, no hay responsable por el tema de la seguridad. Como consecuencia, la inseguridad del país viene en crecimiento, en los cuatro puntos cardinales del país.

Así, las Fuerzas Armadas no tienen orientación por parte de las autoridades civiles. Además, vienen siendo maltratadas, desde que el presidente Petro se posesionó. Lo normal para este Gobierno es perseguir a los mandos que tienen experiencia para combatir el crimen. Mientras, la laxitud con el crimen organizado es total.

Este comportamiento errático, se puede evidenciar en la política de paz, que no tiene ni estrategia ni metodología, lo que ha llevado a que sectores de la propia coalición de Gobierno reclamen un cambio de los negociadores. Y entre líneas se lee que se debería remover al comisionado de Paz Danilo Rueda, quien de manera reiterada mete en problemas al Gobierno.

Por el lado de la justicia, las propuestas están relacionadas con eliminación de delitos, liberación de delincuentes pertenecientes al crimen organizado, y a la delincuencia común. Este, es el camino para que la inseguridad aumente.

La larga mano de este Gobierno está logrando con sus intervenciones regresarnos a 1995, cuando el país tuvo la gran crisis de seguridad, que confinó a los ciudadanos en las ciudades. Mientras, los grupos ilegales expandían su poder y disputaban el control por los mercados ilegales.

Llamar ‘Potencia mundial de la vida’ a un plan de desarrollo que no tiene una meta ambiciosa de seguridad, y donde las estrategias no aparecen, es una contradicción que puede resultar costosa para el país, en términos de consolidación del crimen organizado.

El coctel explosivo que está preparando este Gobierno tiene como protagonistas a unas Fuerzas Armadas sin capacidad de pasar a la ofensiva y sin orientación de política pública; una justicia que, en lugar de resocializar, libera criminales de alta peligrosidad; y una comunidad de inteligencia, que no comprende, ni anticipa los fenómenos de inseguridad.

El presidente Boric en Chile, ha aplicado políticas similares que tienen como resultado el crecimiento del homicidio en 43% durante 2022, y un deterioro en todos los indicadores de seguridad. Colombia, de seguir este camino, podría convertirse en la potencia mundial del crimen organizado.

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