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En 2018, siete años atrás, 40% de los emisores de valores en Colombia, 52 de las empresas más grandes del país, tenían juntas directivas conformadas solo por hombres. Es más, otro 37% (48 empresas más) contaban con una sola mujer en sus juntas directivas. Solamente 20 empresas habían alcanzado una participación de más de 30% de mujeres en estos órganos de gobierno.
¿Por qué el sector empresarial debería ocuparse en alcanzar una mayor diversidad en estos órganos de gobierno? Porque las investigaciones que hacemos para Colombia y América Latina, y las que hacen otros investigadores alrededor del mundo, demuestran que las juntas más diversas en edad, experiencia, formación, lugar de procedencia y género son juntas que pueden desarrollar su trabajo con mayor efectividad, ya que el proceso de toma de decisiones se nutre de diferentes perspectivas y lleva a una discusión más profunda de las alternativas bajo evaluación.
Claramente la diversidad no puede ir en contra del talento o la meritocracia. En el equipo, el talento de sus integrantes a nivel individual es fundamental, pero combinarlo de manera adecuada en un equipo multifacético permite potenciar las habilidades individuales y hacer que el impacto sea mayor a la simple suma de sus partes. Allí están las ventajas de la diversidad.
Este entendimiento ha sido apropiado por el sector empresarial: Algunas empresas voluntariamente vienen mejorando sus índices de diversidad de género en las juntas directivas, como lo hizo recientemente la BVC. Tanto que a 2023 solo 23 emisores (23% de las empresas listadas) seguían con juntas directivas conformadas exclusivamente por hombres. Otras 42 empresas (31% de los emisores) contaban con una sola mujer. Además, 37 empresas alcanzaron una participación de más de 30% de mujeres en estos órganos de gobierno.
¿Por qué 30% es importante? Es el concepto de masa crítica. Las investigaciones demuestran que, a partir de este umbral, una minoría subrepresentada en un grupo logra realizar un aporte real a la dinámica del equipo. Así que 30% de mujeres en las juntas directivas conducen a que las empresas logren capitalizar el potencial de la diversidad de género en sus órganos de gobierno.
El compromiso es tal que ya vemos reformas en los estatutos. GEB es un caso pionero en el país, en el que se modificaron los estatutos para garantizar ese 30% en 2021. En la asamblea extraordinaria de accionistas realizada el 10 de enero de 2024, por parte de Ecopetrol se aprobó este hito para la empresa más grande del país. Así, la junta directiva contará con mujeres en, por lo menos, tres de las nueve posiciones que confirman este órgano de gobierno. Esto es muestra que Ecopetrol le suma diversidad a su junta directiva.
Desde el Cesa, junto con MasterCard, Women in Connection, Orza y otras empresas y organizaciones comprometidas, hacemos parte de la iniciativa del Club del 30%, que trabaja activamente para lograr que las empresas en Colombia y en otros países alrededor del mundo alcancen este umbral. Tenemos claro que debemos garantizar que las mujeres con mayor experiencia profesional y conocimiento sobre las prácticas de buen gobierno corporativo alcancen más posiciones en juntas directivas.
